Carlos Sainz, que marcó un tiempo de 1m15s’696, saldrá mañana desde la segunda fila al lado de Max Verstappen y sintió que eso era lo máximo que podía conseguir con su Ferrari SF-24 el sábado en el circuito de Hungaroring.
“No esperaba más, he intentado mantener a todo el mundo tranquilo porque sabía que probablemente veríamos la realidad hoy y eso es lo que ha pasado a partir del segundo entrenamiento libre con la pista enfriándose, mientras que durante el FP1 la pista estaba realmente caliente -estaba a 60°C- y he hecho una buena vuelta”.
“Parecía que con las altas temperaturas podríamos haber estado más cerca de los líderes, pero en cuanto la pista se ha enfriado hemos tenido una diferencia de 3-4 décimas con Lando (Norris) durante todo el fin de semana y también en la clasificación”, explicó.
El español señala que la diferencia con el resto de coches en términos porcentuales es la misma que en las últimas carreras, por lo que aunque los cambios han funcionado bien, aún queda mucho camino por recorrer.
Carlos Sainz, Ferrari SF-24
Foto de: Glenn Dunbar / Motorsport Images
De cara a la carrera, Sainz no espera grandes sorpresas: “Creo que será una carrera normal. Los tres primeros son tres o cuatro décimas más rápidos, 70 vueltas, haces el cálculo y tienes muchos segundos por delante. Si pasa algo delante, si uno o dos coches se salen de pista o cometen errores, espero ser el primero en beneficiarme”.
El problema de los saltos en el Ferrari SF-24, aunque menor que en las últimas rondas, parece no estar del todo resuelto en Hungría.
“En la Q3, en mis dos últimas vueltas, empecé a tener los mismos problemas, no tan exagerados como antes, pero también hay curvas a menor velocidad que en Silverstone. Así que creo que tendremos que probarlo bien en Spa y a alta velocidad para ver qué pasa”, indicó Sainz.