Hay veces encima de la moto que entro en trance

A sus 32 años, el español llegó a Qatar con tiempo de sobras para aclimatarse al bochorno, dar una vuelta por el zoco de la capital junto a Gemma, su pareja, y prepararse para la cuarta parada del calendario. Tras el mal rollo con el que se fue de Austin, donde rodó por tierra cuando lideraba cómodamente la carrera, el multicampeón del mundo encara la prueba en Losail con ganas de recuperar la inercia que llevaba hasta el domingo en Austin.

Sentado debajo de una palmera de los espléndidos jardines del hotel Ritz Carlton, a Márquez se le ve relajado, muy tranquilo, como aquel que no tiene ninguna cuenta pendiente con nadie y está disfrutando del momento después de haber dejado atrás unos años muy oscuros. Con esa actitud, el corredor de Cervera (Lleida) aborda todas las preguntas con una sonrisa. Tanto las deportivas como las que son de una vertiente algo más personal.

“Cuando cometo un error como el de Austin, intento poner las cosas en perspectiva. Pienso en aquella persona que tiene un accidente en la carretera y pierde a un amigo o a un familiar. Yo cometo un error, muy bien, pero en dos semanas tengo otra carrera”, responde cuando se le pregunte sobre cómo lidia con la frustración.

Marc Marquez, Ducati Team, atiende a Motorsport.com en Qatar

Foto de: F.A.R.O.

En la charla está muy presente el aspecto psicológico de alguien que, según él mismo reconoce, lo ha pasado mucho peor fuera de la pista que dentro de ella. La lesión en el brazo derecho que le llevó a plantearse la retirada le lleva a valorar más su capacidad para enfrentarse a las adversidades que los récords y éxitos que florecen en un palmarés único.

“Me define mejor mi capacidad para superar la adversidad, que los récords. En cinco años nadie hablará de mis récords, pero esa capacidad para enfrentarme a los problemas es muy importante. Ese ha sido el desafío más complicado de mi vida”, subraya el #93, antes de señalar de forma inequívoca el único momento de su vida que cambiaría: “Aquel viernes en Jerez [2020] en el que intenté volver a subirme a la moto antes de tiempo”.

Marc Marquez, Ducati Team

Foto de: F.A.R.O.

Marc se enfrenta a una coyuntura anómala hasta el momento en casa de los Márquez: Alex, su hermano pequeño, es el líder de la tabla general, con un punto de ventaja sobre él. A diferencia de lo que alguien pueda pensar, la tremenda competitividad exhibida hasta ahora por el muchacho del equipo Gresini todavía les ha unido más: “Nuestra relación se ha estrechado, porque ahora hablamos el mismo idioma. Eso es difícil cuando uno rueda a ocho décimas del otro, porque significa que estamos en puntos distintos”.

Y luego está el vínculo que tiene con su moto, esa que tanto le ha dado y tanto le ha hecho sufrir al mismo tiempo: “Hay veces que encima de la moto entro en trance; todo fluye. Cuando estoy en ese punto, con tanta confianza, no veo el riesgo y creo que nada malo puede pasar”, ahonda Márquez.