Mercedes no correrá con su problemático suelo, introducido por primera vez en Spa, en el Gran Premio de Azerbaiyán, ya que evaluará si esto ha causado un bajón en su momento forma después de la victoria en Bélgica.
Mercedes llegó al receso de verano de 2024 con tres victorias en cuatro carreras -incluyendo un doblete en Spa-, pero aquel triunfo, que acabó siendo para Lewis Hamilton, se produjo después de haber optado por no correr con la última mejora del fondo, tras detectar problemas con él en las primeras sesiones de entrenamientos libres.
En el GP de Países Bajos posterior a las vacaciones, en el que Mercedes tuvo problemas con el ritmo de carrera tras liderar en la FP2, la prueba que tenían planeada con las especificaciones del suelo antiguo y de nuevo se vio frustrada por el mal tiempo en Zandvoort, y los de las ‘Flechas Plateadas’ optaron por montar la unidad más nueva.
Luego, se completó otra evaluación durante el viernes de Monza con Andrea Kimi Antonelli, que se chocó con el coche de George Russell y dejó a la escudería falta de suelos de repuesto, antes de montar una vez más la versión más nueva para el resto del fin de semana. Russell consiguió de primeras superar al Ferrari ganador de la carrera de Monza, el de Charles Leclerc, pero luego no pudo repetirlo en carrera tras su error en la primera curva, mientras que Hamilton estuvo por detrás de su compañero.
Motorsport.com entiende que Mercedes ha decidido no rodar con el suelo de Spa en Bakú para obtener datos al completo de un fin de semana sobre cómo el coche -que tenía mejoras en su difusor, en los alerones trasero y delantero y en el halo y que permanecen instaladas- se comporta sin él.
Cuando se le pidió que comentara lo que sospechaba que había impedido a Mercedes reproducir su actuación de Spa desde entonces, y si había otras circunstancias más allá del suelo que tal vez habían jugado un papel clave al respecto, Hamilton respondió: “Hay muchos signos de interrogación en muchas cosas”.
George Russell, Mercedes F1 W15
Photo by: Zak Mauger / Motorsport Images
“Creo que estamos tratando de entenderlo. Podrían ser varias cosas. Podría depender de los circuitos, o podría ser la actualización. Mi instinto me dice que podría ser la mejora, pero es difícil ver la diferencia entre ambas. Pero vamos a intentarlo este fin de semana y retroceder un poco, y ver si podemos detectarlo o no. Hay mucho trabajo en marcha sólo para analizarlo, porque da al equipo una mejor dirección de hacia dónde van para el desarrollo, no sólo para este coche, sino también para el del año que viene”, siguió.
Esto permitirá a la marca alemana decidir cómo adaptar el suelo u otras áreas del W15 en el futuro, o incluso eliminarlo por completo, ya que el equipo está convencido de que es un paso adelante en términos de conseguir más carga aerodinámica, aunque sólo suponga un pequeño paso. McLaren obtuvo una ganancia considerable este año al retrasar una mejora prevista en el suelo, que pensaba que haría su coche más rápido, después de detectar un problema en sus datos de desarrollo. Creían que tropezarían de una manera similar a Mercedes, Aston Martin, Ferrari y Red Bull.
Cuando Motorsport.com le preguntó a Russell el jueves en Bakú por la “corazonada” de Hamilton, éste respondió: “La actualización no supuso una mejora sustancial del rendimiento, y a veces hay que mirar las cosas con objetividad. Trajimos un nuevo suelo, perdimos rendimiento, y eso fue lo principal que cambió. Sabíamos que la mejora no iba a ser muy grande. Era sólo un paso más en la dirección que hemos estado persiguiendo”.
“Así que, volviendo a la versión pre-Spa del suelo, si todo fuera absolutamente correcto sobre el papel, se trata un pequeño delta. A veces es mejor lo malo conocido. Sabemos lo que ofrece ese suelo. Sabemos exactamente cuál tiene que ser la configuración, y a veces con una nueva actualización se necesita un número de carreras para aprender sobre ella y entenderla. Así que, sí, puede que esa corazonada (a la que se refería Hamilton) sea correcta”, finalizó.