El jefe del equipo Red Bull de Fórmula 1, Christian Horner, admitió que sintió que el cuarto campeonato del mundo de Max Verstappen parecía una tarea difícil para la altura del Gran Premio de Italia de septiembre, ante el resurgimiento de McLaren.
El RB20 de Red Bull fue el coche más fuerte de la F1 en las primeras etapas de la temporada 2024, y parecía probable que Verstappen y el equipo continuaran su racha de dominio que vio al neerlandés ganar 19 de 22 carreras en 2023.
Pero el turno de Red Bull como fuerza dominante de la F1 llegó a su fin en el Gran Premio de Miami de mayo, cuando el equipo comenzó a tener problemas con el equilibrio del coche. Esa misma semana, McLaren dio un salto adelante con un completo paquete de mejoras que permitió a Lando Norris ganar su primer gran premio.
Verstappen aún logró ganar tres de las cuatro carreras siguientes, pero luego comenzó una racha de 10 rondas sin victorias mientras McLaren, Ferrari y Mercedes se turnaban al frente y el primero establecía una ventaja en el campeonato de constructores que aún mantiene a falta de dos carreras.
Pero mientras Verstappen se adjudicaba su cuarto título consecutivo de pilotos en Las Vegas, el director del equipo, Horner, admitió que temió que la campaña de su piloto se estuviera derrumbando para la altura del Gran Premio de Italia de septiembre en Monza, donde Red Bull sufrió su peor fin de semana hasta la fecha este año.
Cuando se le preguntó si estaba de acuerdo con la evaluación de Verstappen de que, durante el 70 por ciento del año, Red Bull no tuvo el coche más rápido, Horner respondió: “Yo diría que es más o menos correcto. Desde Miami, yo diría que fue un punto de inflexión”.
Max Verstappen, Red Bull Racing, habla con Christian Horner, director del equipo Red Bull Racing.
Foto: Sam Bloxham / Motorsport Images
“El coche era muy difícil de conducir, pero fue capaz de adaptarse y sacarle el máximo partido. Creo que hemos mejorado en las últimas carreras, pero en Monza parecía que se nos escapaba el campeonato”.
“Todavía quedaba mucho campeonato por delante, y en ese momento teníamos una desventaja significativa con McLaren, Ferrari e incluso los Mercedes”.
Si bien Monza fue el punto más bajo de Red Bull en pista, con Verstappen terminando a 38 segundos del ganador Charles Leclerc en sexto lugar, también proporcionó el comienzo de una solución para curar los problemas de equilibrio del RB20. Aunque Red Bull nunca recuperó la ventaja sobre McLaren en particular, Verstappen y el equipo fueron capaces de progresar lo suficiente como para sofocar la remontada de Norris.
“Los ingenieros han trabajado incansablemente, y los hombres y mujeres entre bastidores han trabajado muchas horas, madrugones, fines de semana para seguir sacando rendimiento al coche”, dijo.
“Para mí, el punto de inflexión fue Austin, con la victoria en la carrera sprint, la primera fila en el Gran Premio y el podio que consiguió allí. Y luego, por supuesto, Brasil (donde Verstappen dominó una carrera en mojado desde la 17ª posición de la parrilla) fue realmente el momento culminante en muchos aspectos, fue una conducción tan excepcional que proporcionó el punto de partido”.
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