La temporada 2024 de F1 se acerca a su clímax. A falta de tres carreras, Verstappen puede asegurarse el título en Las Vegas. La carrera en la Ciudad del Pecado es la primera parte de la que quizá sea el triplete más duro de la temporada. Después de que los pilotos hayan afrontado el cronograma poco habitual de Las Vegas, les espera en Qatar, que el año pasado fue durísima por el calor, aunque eso estaría mitigado en 2024. Entre medias, todo el circo de la F1 debe dar una especie de vuelta al mundo.
En declaraciones a Motorsport-Total.com, web hermana de Motorsport.com, Verstappen habló sobre la agotadora serie de carreras en la recta final de 2024.
“Siempre he dicho que hay muchas carreras en el calendario”, comenzó el neerlandés, que podría conquistar su cuarto campeonato del mundo en Las Vegas. “El problema para mí es sobre todo la diferencia horaria entre Las Vegas y Qatar”.
En Qatar son 11 horas más tarde que en el estado norteamericano de Nevada. Además, el Gran Premio de Las Vegas se corre de noche, lo que significa que los pilotos -acostumbrados en su mayoría a los horarios europeos- prácticamente tienen que correr hasta bien entrada la noche.
Para Verstappen, el largo vuelo entre las dos carreras es otra de las razones por las que las dos carreras son agotadoras. Hay que recorrer una distancia de más de 13.000 kilómetros entre los fines de semana de Gran Premio, lo que lleva unas 18 horas con un vuelo programado.
“Si hacemos carreras triples, deberíamos asegurarnos de que estén un poco más juntas”, argumentó el tricampeón del mundo. “Eso tendría más sentido para mí”.
Final de temporada
Verstappen cree que hay que encontrar un término medio, ya que el último evento del triplete y también el final de temporada está a la vuelta de la esquina en comparación con Las Vegas. La distancia entre las dos carreras de Oriente Medio es de sólo cuatrocientos kilómetros. Además del arduo viaje para los equipos, Verstappen cita otra razón por la que la triple cita final es agotadora. “Al final de la temporada estás cansado, y es fácil agarrarte una gripe. Los largos vuelos no ayudan con eso”.
El año pasado, Qatar fue una auténtica guerra de desgaste para los pilotos debido a las altísimas temperaturas. Los pilotos se sintieron indispuestos por el calor del desierto y Logan Sargeant incluso se vio obligado a llevar su coche en los boxes. Este año, la carrera se celebra casi dos meses más tarde, y las temperaturas son, de media, cinco grados más frías.