Estaba previsto que el Gran Premio de Brasil empezara -tras adelantar la carrera- a las 12:30, hora local, pero se retrasó porque Lance Stroll se quedó tirado en la curva 4 durante la vuelta de formación.
Como consecuencia, los monoplazas tuvieron que volver a sus puestos en la parrilla y los mecánicos pudieron regresar a los coches para trabajar en ellos.
En previsión del segundo intento de iniciar la carrera, los mecánicos de Mercedes ajustaron la presión de los neumáticos tanto de Lewis Hamilton como de George Russell.
Jo Bauer, delegado técnico de la FIA, informó de ello a los comisarios, ya que supondría una infracción del reglamento.
“En la parrilla, y cuando se abortó la salida de la carrera, entre las señales de los 10 minutos y los 5 minutos, los coches con números de salida 63 y 44 tenían la presión de los neumáticos ajustada (presión liberada) con las ruedas ya montadas en el coche. Como esto infringe el TD003 N, puntos 2. c) y 2. h) i., remito este asunto a los comisarios para su evaluación.”
No sólo los pilotos de Mercedes se enfrentan a una sanción. Lando Norris, Yuki Tsunoda, Liam Lawson y Russell -otra vez- también tendrán que presentarse ante los comisarios después de la carrera por al confusión generada tras la salida abortada.