Red Bull tiene un gran temor en la fiabilidad de la unidad de potencia Honda. El aire enrarecido a más de 2.200 metros del circuito Hermanos Rodríguez no juega a favor del equipo de Milton Keynes, que lleva luchando contra unas temperaturas límite del motor Honda RBPT H002 con el RB20 desde el inicio de la temporada, teniendo en cuenta que el equipo campeón del mundo ya ha llegado al punto de descargar el uso de cinco unidades de potencia para Max Verstappen y Sergio Pérez.
En un circuito en el que se necesita un sistema de refrigeración mejorado para compensar el aire aproximadamente un 30% menos denso que a nivel del mar, la cuestión de la fiabilidad se convierte en uno de los aspectos cruciales no solo del fin de semana, sino más en general del mundial, porque una posible parada de Max podría tener repercusiones muy fuertes en la lucha por el cuarto título mundial.
El punto débil parece estar en la zona del turbocompresor y de los motores eléctricos (MGU-H y MGU-K), es decir, los tres elementos más estresados de la montaña, obligados a trabajar en condiciones extremas para compensar la pérdida natural de potencia del seis cilindros de 1,6 litros.
Los japoneses de Honda temen esta cita, aunque los aerodinamistas de Red Bull se hayan preocupado de abrir el capó motor, que, una vez más, renuncia a la configuración bazooka, para mostrar unas llamativas rejillas necesarias para la disipación del calor de la unidad de potencia, aunque éstas sean menos importantes que las decididas por Ferrari en el SF-24.
Ferrari SF-24: las rejillas de ventilación para México.
Fotografía de: Giorgio Piola
En la imagen de Giorgio Piola, se pueden ver los dos bloques que determinan las rejillas de ventilación. Las branquias del RB20 son curiosas porque cada una tiene un diseño diferente de las demás, con aberturas y curvaturas distintas para extraer la máxima cantidad de calor con la menor pérdida de eficacia.