Siempre se dijo que el Phillips Island era un circuito de piloto, donde los auténticos cracks daban su mejor versión y este domingo Marc Márquez, ocho veces campeón del mundo y en pleno proceso de ‘renacimiento’ tras una gravísima lesión en el brazo, demostró que está absolutamente recuperado y de vuelta.
El español de Gresini logró la tercera victoria de la temporada, las mismas que lleva Jorge Martín, el líder del certamen, y encauzó su lucha por acabar entre los tres primeros del campeonato en su primer curso con una Ducati privada de Gresini.
La carrera tuvo, sin embargo, drama, ya que en la salida Márquez tuvo un problema con el protector de plástico de la pantalla del casco, el ‘tear off’, y casi se cae en la parrilla, perdiendo un montón de posiciones.
“Siempre ocurre algo, nunca me quito el protector en la salida, pero esta vez cuando estaba colocando el dispositivo tenia una mancha super grande delante de los ojos, lo quité y se me quedó en la rueda, no pude apartarlo y cuando solté el embrague la moto empezó a patinar, en la primera curva estaba rodeado de pilotos, pensé que iba a ser imposible atrapar a Jorge, pero en la sexta vuelta me vi con opciones, guarde goma para el final y todo salió bien”, dijo el español nada más acabar la carrera en el parque cerrado.
Con más calma, tras la celebración del podio, donde los pilotos bebieron champán en sus botas antes de lanzarlas a los fans locales, Márquez se contradijo en sus declaraciones de guardar neumático en carrera.
“Sabe muy bien ganar en Australia, toda victoria sabe bien, pero volver a ganar aquí y como ha ido toda la carrera en general, es para estar muy contento. Hemos estado todo el fin de semana en las tres primeras posiciones en todos los entrenamientos y esto me ha dado confianza para intentar remontar”, explicó.
“Ha habido un momento en que pensaba que estaba perdido, que no tenia más para alcanzarle, pero he visto que él gestionaba neumáticos y he pensado que yo no iba a gestionarlos, y a ver qué pasaba al final. He llegado un poco justo a las últimas vueltas, pero él también iba igual. Al final he atacado, lógicamente, él tenía más a perder que yo, así que eso me ha ayudado un poquito en ese cuerpo a cuerpo”, reconoció el catalán.
Sobre el problema con el ‘tear off’, Márquez volvió a explicar que nunca se lo quita en parrilla.
“No lo tiro nunca en parrilla, porque puede pasar esto, a ti o a otra moto, pero tenía un mosquito en medio de la pantalla y lo tenido que sacar porque no veía ni el semáforo, lo he visto debajo de la rueda pero no llegaba retirarlo. En la primera curva he visto que tenía al lado a Luca Marini y no sabía ni donde estaba, pero he podido remontar”, valoró.
El día anteriro, en el parque cerrado, Márquez señalaba con tres dedos su posición, que había sido segundo, un error que le corrigió su pareja.
“No lo pillaban, los tres dedos eran porque iba a ganar la tercera carrera de la temporada”, bromeó.
Un tercer triunfo que Márquez espera poder ampliar en una de las tres citas que restan para concluir el curso, Tailandia, Malasia y Cheste.
“Nos queda una buena, que es Valencia, las otras dos a ver si podemos luchar por el podio”, apuntó un Márquez que puede convertirse en el juez del campeonato.
“Cada uno hace su carrera, hoy se ha visto, he intentado ganar, como el año pasado, siempre intentas sacar el máximo. Vamos a intentarlo en la lucha con Enea Bastianini, que ahora vienen carreras en las que él creo que irá muy rápido, y a ver si podemos quedar entre los tres primeros del campeonato”, finalizó el de Gresini.
Jorge Martín, Pramac Racing, Marc Márquez, Gresini Racing
Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images