En los últimos años, la FIA ha seguido revisando la longitud de las zonas de DRS en un intento de encontrar el equilibrio adecuado. A menudo, el organismo rector ha reducido la extensión de las zonas en las que se puede aprovechar el alerón móvil, principalmente porque se ha dado cuenta de que, en algunos circuitos, los adelantamientos eran demasiado fáciles, lo que convertía en artificial el espectáculo en la pista. Sin embargo, esto no se aplica a todas las pruebas del mundial, ya que en algunos circuitos se ha experimentado el efecto contrario.
Por ejemplo, los adelantamientos se han vuelto cada vez más complicados en Monza en los últimos años e, incluso con el uso del alerón móvil, a menudo ha habido poca acción en la pista, dejando las posiciones inalteradas.
La temporada pasada, Carlos Sainz en el Ferrari consiguió mantener al Red Bull de Max Verstappen detrás de él durante mucho tiempo, mientras que Alex Albon, aprovechando las excelentes velocidades punta de los Williams, consiguió llegar por delante de los dos McLaren hasta la línea de meta.
Para la edición de este año, el organismo rector decidió revisar la zona en la que se puede activar el alerón móvil en la recta principal, alargándola 103 metros. Mientras que el punto de detección, es decir, el punto en el que se determina si el coche que le sigue está a menos de un segundo del que le precede, se mantiene sin cambios, fijado en 20 metros tras la salida de la Parabólica, en cambio la línea de activación se ha adelantado 103 metros.
Carlos Sainz, Ferrari SF-23, termina por delante de Max Verstappen, Red Bull Racing RB19
Foto de: Andy Hone / Motorsport Images
Hasta el año pasado, de hecho, el punto de activación se situaba 115 metros después de la línea de meta, que permanece en el mismo lugar al inicio del pit lane a pesar de las obras de reasfaltado de la pista llevadas a cabo el año pasado, mientras que a partir de esta temporada se ha adelantado a sólo 12 metros después de la línea que marca el final de la vuelta.
La esperanza de la FIA es que, con este cambio, aumente el número de adelantamientos en la curva 1, sobre todo teniendo en cuenta que en Monza los equipos utilizan alerones de baja carga con perfiles reducidos, lo que disminuye la eficacia del alerón móvil. El objetivo en sí no es tanto que los coches adelanten en las rectas, sino que sea más fácil intentar una maniobra de ataque en la primera chicane.
El circuito italiano también cuenta con una segunda zona de DRS, con el punto de detección fijado 95 metros antes de la segunda curva Lesmo y la activación 170 metros después de la misma curva 7: en este caso, sin embargo, no hay cambios respecto al año pasado.