Max Verstappen ha ganado tres títulos mundiales consecutivos en la Fórmula 1 y actualmente va camino de su cuarto éxito de fin de año, mientras que siete de las 14 carreras de este año las ha ganado él. El piloto de 26 años ya es considerado por muchos como uno de los mejores de la historia, y los números y el rendimiento en pista sugieren que podría ser uno de los mejores.
Waché, que concedió una entrevista exclusiva a Crash.net, explicó las similitudes que ve entre Verstappen y otros atletas estrella mundiales. “Es como todas las leyendas de otros deportes. Algunos son capaces de hacer cosas que nadie más puede hacer. No sé cómo ni por qué, pero él puede hacerlo”.
“Es como Roger Federer o Michael Jordan. Son personas que a veces pueden hacer cosas imposibles. El piloto está al mando del coche y tiene la capacidad de controlarlo y manejarlo como nadie. Además de conducir, tiene la capacidad extra de analizar las cosas”, expresó el directivo.
El talento de Verstappen es reconocido en la parrilla y otros equipos como Mercedes han intentado hacerse con sus servicios. Toto Wolff, jefe de la escudería alemana trató de aprovechar el revuelo de inicio de temporada con las acusaciones a Christian Horner para tratar de hacer que el holandés rompiera su contrato con Red Bull, aunque no tuvo éxito.
La retroalimentación de Checo Pérez y Verstappen, claves en Red Bull
Max Verstappen, Sergio Pérez, Red Bull Racing
Photo by: Zak Mauger / Motorsport Images
Wache señaló que este año se ha vuelto clave la retroalimentación de los dos pilotos para tratar de encontrar el equilibrio en el RB20 luego de una segunda parte de la primera mitad de temporada complicada.
“Su feedback es muy interesante porque lleva el coche al límite y nadie más lo utiliza así”. Waché también concluyó diciendo lo importante que es el feedback de Verstappen y Sergio Pérez para que Red Bull pueda mejorar el coche.
“Sus percepciones son muy importantes en términos de cómo mejoramos y cómo resolvemos los problemas, porque básicamente construir un coche rápido no es muy difícil. La dificultad reside en que el piloto sea capaz de explotarlo. Si fuera yo el que estuviera en el coche, no sería capaz de sacarle todo el rendimiento. Hay que ser muy específico a la hora de pilotar estos coches”, concluyó el director técnico.