De esta forma, la marca de los diapasones mantendrá en su equipo oficial al español, tal y como ya se sabía desde hace unas semanas, y a Fabio Quartararo, su pareja de pilotos desde 2023. A sus 28 años, Alex Rins afronta este curso su octavo ejercicio en la categoría de las motos pesadas, en la que acumula un total de seis triunfos y en la que, hasta la fecha, su mejor actuación fue la tercera plaza que consiguió en 2020, cuando formaba parte del equipo oficial de Suzuki, el año que Joan Mir, por entonces su vecino de taller, celebró el título.
El cierre del fabricante de Hamamatsu (2022) precipitó su marcha a la estructura LCR, subido a una Honda (2023). Después de imponerse en Austin, en plena crisis del fabricante del ala dorada, el #42 sufrió, en Mugello, el accidente más grave de su carrera, en el que se destrozó la pierna derecha, le obligó a pasar por el quirófano en varias ocasiones y le mantuvo de baja durante más de medio calendario.
A pesar de que Rins siempre mantuvo que la falta de movimiento en la pierna le condicionaba y dolía mucho más cuando caminaba que encima de la moto, no cabe duda de que la lesión que arrastraba tuvo un impacto en su rendimiento en la pista. Desde aquella caída en Italia, su mejor posición en un gran premio fue la novena que registró en Indonesia, el año pasado, cuando todavía defendía los colores de la formación de Lucio Cecchinello.
Esta temporada, la primera como piloto oficial de Yamaha, Rins tampoco ha terminado de tener demasiada suerte. Sobre todo, si tenemos en cuenta que volvió a caerse en la primera vuelta del Gran Premio de Países Bajos, poco después de haber pactado su continuidad con la compañía de Iwata, pendiente únicamente de la firma y el anuncio. Una caída que le provocó cuatro pequeñas fracturas en el pie derecho, de las que sigue recuperándose.
Yamaha ve en el corredor barcelonés una pieza clave en el desarrollo y evolución de la M1, sobre todo después de haber redoblado la apuesta en MotoGP, con la recuperación del equipo satélite, que desde 2025 será Pramac.
En este sentido, se espera de forma inminente el anuncio de la incorporación de Miguel Oliveira, que dejará Trackhouse para recalar en la escudería propiedad de Paulo Campinoti. Aún existen algunas dudas sobre quién será el compañero del portugués, aunque todo parece indicar que llegará directamente desde Moto2.
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