La reacción de Miller y Oliveira ante la llegada de Toprak Razgatlioglu a Pramac

Yamaha anunció la pasada semana a bombo y platillo el fichaje del bicampeón de SBK Toprak Razgatlioglu, para debutar en la categoría reina en 2026 de la mano del equipo satélite Pramac. La maniobra, de la que se ha hablado largo y tendido en los últimos días, dejará sin su actual moto a uno de los cuatro pilotos de Yamaha, aunque Fabio Quartararo, con contrato para el próximo año, no parece entrar en la discusión. Tampoco parece que esté en peligro la silla de Alex Rins, cada vez más recuperado de sus dolencias físicas y con un contrato garantizado por dos temporadas, hasta final de 2026.

Así las cosas, todo apunta a que el damnificado por la llegada de la mediática estrella turca será uno de los actuales inquilinos del box de Pramac, el australiano Jack Miller, que acaba contrato a final de año, y el portugués Miguel Oliveira, que este jueves explicó en Mugello, en la previa del Gran Premio de Italia, admitió que tiene un contrato con Yamaha de 1+1 años, y que para seguir la temporada 2026 tiene que ser de acuerdo con ambas partes.

Eso deja, prácticamente, la decisión en una competición entre ambos pilotos hasta el verano, lo que incluye los GP de Italia, Países Bajos, Alemani y el de la República Checa, que se celebra el 20 de julio, dentro de un mes.

“Ese es un tema que se lo tenéis que preguntar a Gino Borsoi o a Yamaha”, dijo Oliveira en referencia al team manager de Pramac.

Sin embargo, es evidente que las opciones para el luso son ser compañero de Toprak en 2026, o quedarse sin moto en Pramac.

Toprak Razgatlioglu, BMW Motorrad WorldSBK

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“El fichaje de Toprak nos pone a todos, sobre todo a mi y a Jack, en una posición de pelear por una silla”, admitió. “Eso lo puedes tomar como una amenaza, te puedes estresar o motivar. Y yo estoy motivado para ir a por lo que es mio”, en referencia a ese segundo año del contrato.

“Conozco mi valor y en la pista intentaré demostrarlo al máximo. Lo que yo pueda decir cambiará poco o nada. Puedo elegir la ruta de justificarme, porque no he tenido carreras por lesiones para poder demostrar, que es la relidad, pero no quiero hacerlo. Voy a salir a la pista y que Yamaha elija al que es mejor para su futuro. Mi intención es hacer efectiva la segunda temporada”, dijo tras recordar que su contrato era 1+1.

“Mi etapa en MotoGP no ha terminado”, dice Miller

En el otro lado del box de Pramac está el corredor australiano, que el año pasado a estas alturas estaba sin equipo y que logró, a última hora, hacerse con un hueco en la parrilla, aunque solo firmó por una temporada.

Miller se muestra relativamente optimista sobre la situación, pero prefiere quedarse en MotoGP en lugar de pasarse a SBK, donde tiene una oferta de Honda HRC.

“Sin quitarles mérito a esos chicos, podría ir a Superbikes y ganar más dinero, pero no estoy aquí para eso. Estoy aquí para intentar competir con los mejores del mundo. Insisto, no quito mérito a los pilotos de Superbikes; me refiero a los mejores en general: Las motos más caras, extremas y potentes que puedas pilotar. Los mejores frenos, lo mejor en todo, y por eso lo disfruto”, valoró.

“No digo que no me gusten las Superbikes. Me encantan, pero primero exploraré opciones aquí porque no siento que mi etapa como piloto de MotoGP haya terminado. Siento que estoy mejorando con la edad”, apuntó el corredor de 30 años.

“He tenido [ofertas de equipos de Superbikes]. También me quedé sin trabajo el año pasado. Esta no es una situación nueva para mí; ¡es como el Día de la Marmota doce meses después! Así que no estoy estresado”, aseguró.

Miller y Oliveria nacieron el mismo mes de enero del mismo año (1995), ambos llegaron al Mundial en 2011, pero mientras el Australiano lleva ya 11 cursos en la clase reina, el portugués acumula siete temporadas, con cinco victorias para él y cuatro para el chico de Townsville.