No es fácil pillar a trasmano a Marc Márquez y menos en Jerez, y el francés lo hizo por partida doble este sábado, en un escenario que le trae uno de sus mejores recuerdos como piloto: aquí estrenó su casillero de triunfos en MotoGP hace cinco años. Tras un inicio de temporada para olvidar, el Diablo se ha instalado en una dinámica más o menos ascendente que llegó a su punto más alto en el trazado andaluz, donde una vuelta que nadie pensaba que podía hacerse, le colocó en la pole casi tres años después de la última vez (Indonesia 2022).
En una pista donde la escasa velocidad punta de la M1 queda un poco más camuflada que en otras, el muchacho de Niza se vio hasta lo suficientemente flamenco como para negarle el adelantamiento a Márquez, que arrancó mejor que él y encaró la frenada de la primera curva por delante, por más que enfiló la salida por detrás. Con el catalán y el resto del pelotón a su espalda, Fabio Quartararo pudo contener a la bestia hasta que el de Ducati trincó los frenos en la entrada de la curva 6, a la derecha, y le metió la rueda delantera por el interior, dejándole a él a la intemperie, en la zona sucia. Las ganas hicieron que el campeón del mundo de 2021 intentara entrar en la curva, un planteamiento demasiado optimista y que le llevó directo a la tierra.
“Las pocas curvas que hice esta tarde las disfruté muchísimo. Ser líder de una prueba al sprint es muy bonito. Marc es el hombre del momento y, mentalmente, estar por delante de él es como una victoria para mí“, argumentó Quartararo. “Mi objetivo era salir el primero de la primera curva, y lo conseguí. Pero sabía que si estaba detrás de Marc iba a ser imposible pasarle. De cualquier forma, todo esto me da un impulso muy importante”, añadió el piloto galo.

“Hubiera sido mejor acabar de forma distinta, pero podemos estar felices“, añadió el corredor de Yamaha, muy sorprendido por el nivel de competitividad exhibido por la M1 en un circuito en el que, sobre el papel, la falta de agarre debería lastrar mucho las expectativas de la marca de los diapasones.
Sobre el accidente, poco que decir:“Cuando Marc se me puso al lado la moto se me movió mucho y no pude parar“. Y sobre la carrera larga, incertidumbre.“Vamos rápido, pero el domingo puede ser otra cosa. No sabemos hasta dónde podremos llegar, porque en las carreras largas nunca lo sabemos“, concluyó Quartararo.
En este artículo
Germán Garcia Casanova
MotoGP
Fabio Quartararo
Yamaha Factory Racing
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