Por más que sean muchos los que sitúan el nacimiento de la enemistad entre Marc Márquez y Valentino Rossi en el ‘Sepang Clash’ de 2015, la relación entre ambos pilotos venía deteriorándose desde hacía ya un tiempo, y la chispa que llevó al español a poner la raya y cruz a su ‘amistad’ con el italiano saltó en la carrera del GP de Argentina de aquel fatídico año 2015.
Márquez, que salía en pole aquel año, lideró las 23 primeras vueltas de la carrera, programada a 25. Pero Valentino, que salía desde la octava posición de la parrilla, se las arregló para remontar hasta el segundo puesto, al que llegó tras once vueltas, quedándose detrás de Márquez hasta 13 giros más, con mejor ritmo que el español. Hasta el punto de que a menos de dos vueltas del final, le pasó.
Marc trató de coger la aspiración del italiano para devolverle la jugada, pero Rossi levantó su Yamaha con fuerza, impactando con su goma trasera la rueda de delante de la Honda, lo que llevó al #93 al suelo.
Rossi ganó la carrera y celebró la victoria con la camiseta de Maradona en el podio, con el circuito de Termas de Río Hondo entregado a los pies del italiano, ídolo nacional del país sudamericano.

La última aparición de Marc Márquez en Termas se remonta a su victoria de 2019
Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images
El año anterior, en 2014, el trazado de Santiago del Estero albergó, por primera vez en su historia, un gran premio de MotoGP. Márquez ganó con claridad por delante de Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo, terminando Rossi cuarto.
Parecía que el circuito estaba hecho a medida de Marc, como el de Austin, de ahí que el español no digirió bien la jugada de Rossi y la consecuente derrota el año siguiente.
Relación de amor y odio con Termas
A partir de ahí la relación de Marc con el trazado argentino fue de amor y odio. Dos veces más el entonces piloto de Honda logró la victoria: en 2016, sacándole 7’6 segundos a Rossi y más de 28 a Pedrosa, que completaron el podio; y en 2019, nuevamente por delante de Valentino (a 9’8 segundos) y con Andrea Dovizioso cerrando el podio a más de 10 segundos.
Sin embargo, las arrolladoras victorias de Marc se vieron mezcladas con algunos de los episodios más complicados de su carrera. En 2017 se cayó en la tercera vuelta, un error del piloto, cuando lideraba con más de un segundo y medio de ventaja sobre Maverick Viñales, que acabó ganando.
También se cayó en 2018, pero las cosas ahí fueron muy diferentes. Ya en la salida a Marc se le caló la moto y tuvo que ponerla en marcha empujando, lo que le obligó a mover la Honda de su posición en la parrilla, una maniobra prohibida. Sin embargo, finalmente le dejaron salir a la carrera dese allí, aunque visiblemente exaltado y contraviniendo totalmente las normas.
Poco después, Márquez se fue al suelo en la séptima vuelta, cuando iba liderando la carrera, declarada en mojado. El español se repuso y siguió en carrera, cruzó 20º en la séptima vuelta y empezó a remontar como un rayo pese a las delicadas condiciones.
Rossi, que había salido 11º en parrilla, circulaba sin grandes preocupaciones octavo en las primeras vueltas, logrando ganar algunas plazas, hasta colocarse sexto a nueve giros del final, con Márquez en remontada situado ya 10º.
Tras tres vueltas, Marc ya estaba séptimo, y después de dos giros detrás del italiano, a cinco vueltas del final, le adelantó, sacándole de la trazada, lo que llevó a Valentino a pisar la hierba mojada y caerse al suelo.
Las disculpas de Marc no aceptadas por Valentino
Aquel día Márquez y Alberto Puig se presentaron en el garaje de Rossi para pedir disculpas, encontrándose con Uccio Salucci que les cerró el paso: “No vengáis aquí, no vengáis aquí”, dijo el ahora team manager de VR46 Racing, impidiendo que Marc pudiera disculparse, todo ello con el circuito de Termas vociferando todo tipo de improperios contra el español.
Aquella carrera la ganó Cal Crutchlow, por delante de Johann Zarco y Alex Rins, con Marc terminando quinto en la meta, pero siendo sancionado con 30 segundos y cayendo a la 18º posición, justo por delante de Rossi, que levantó la moto y cruzó 19º la meta.
Tras el gran premio, el italiano organizó un encuentro con los medios en el que aseguró, entre otras cosas: “Tengo miedo de Márquez” o “Márquez ha destrozado nuestro deporte”, una rueda de prensa muy tensa que enterró definitivamente cualquier posibilidad de reconciliación.
Tras la victoria del 31 de marzo de 2019, Márquez ya no ha vuelto a visitar el trazado de Termas, primero por la pandemia (2020 y 2021) y después por sendas dolencias: en 2022 por la diplopia (visión doble) sufrida tras la caía en Indonesia; y en 2023 por una lesión en la mano que se produjo por la caída en la carrera anterior, en Portimao, arrastrando además, una sanción por aquel accidente en el que se llevó por delante a Jorge Martín y Miguel Oliveira.
Así pues, este viernes, cuando Marc salga a la pista al manillar de la Desmosedici GP25 del equipo Ducati Levono, lo hará por primera vez en Argentina 2175 días después de su última aparición allí, pero esta vez sin Valentino Rossi en pista y montado encima de una Ducati con la que vuelve a ser, seis años después, de nuevo el gran favorito a la victoria en Termas.
En este artículo
Germán Garcia Casanova
MotoGP
Marc Márquez
Valentino Rossi
Ducati Team
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