Tardozzi cuenta cómo es la relación entre Márquez y Bagnaia

Este jueves terminó en Buriram una pretemporada que en el caso de Ducati estuvo marcada por el desembarco de Marc Márquez en el garaje de fábrica, y por la configuración del prototipo con el que tanto el #93 como Pecco Bagnaia competirán este curso.

Concluidos los test invernales, la próxima vez que ambos se encuentren en la pista será ya con motivo del primer ensayo libre del Gran Premio de Tailandia, de nuevo en Buriram y dentro de dos semanas.

Será interesante ver cómo va evolucionando la relación que Pecco y Marc comenzaron a construir hace dos meses, y que, a tenor del testimonio de Davide Tardozzi, está marcada por la naturalidad, la profesionalidad y el respeto mutuo.

El expiloto es una de las piezas más populares del área ejecutiva de la división de carreras de Borgo Panigale. A diferencia de sus homólogos en otros garajes, el papel de Tardozzi va más allá de la descripción de su cargo, dado que se ha pasado más de media vida en la compañía boloñesa.

En todo este tiempo las ha visto de todos los colores.  Por esa razón, no hay mayor autoridad que él para hacer un análisis de la adaptación del corredor de Cervera (Lleida) a un entorno que, lógicamente, estará más tensionado, algo que no tiene que ser negativo a la fuerza. 

Marc Márquez, Ducati Team, Francesco Bagnaia, Ducati Team

Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images

“La adaptación de Marc no podía haber ido mejor. Se ha mostrado como alguien muy humilde. No parece un ocho veces campeón del mundo, sino un chaval que llega por primera vez a MotoGP”, comentaba Tardozzi, en una conversación con Motorsport.com que tuvo lugar en la carpa de Ducati instalada en el circuito de Buriram.

“Por todo lo que nos decía la gente de él, estaba convencido de que Marc era un chaval sencillo y con el que trabajar sería fácil. Es muy profesional, sabe lo que pone en su contrato, sabe qué debe hacer y cuál es su trabajo. Nos ha sorprendido a todos cómo describe los problemas, y cómo se relaciona con los ingenieros y con Pecco”, añadía el italiano, entusiasmado con lo que viene.

Donde unos auguran dolores de cabeza en la gestión de un gallinero con dos gallos, él lo considera el caramelo más dulce de su carrera.

El encuentro se produjo en el parón del mediodía, antes de que Márquez volviera a salir a la pista a realizar el opulento simulacro de carrera (23 giros) con el que provocó que su lado del box le recibiera entre aplausos. En la mesa del rincón, Márquez terminaba un plato de arroz junto a José Luis Martínez, su colega, esparring y asistente. En un momento dado se acercó Bagnaia, con un café en la mano, y allí se pusieron los dos campeones a charlar, durante diez minutos, sobre las sensaciones que les estaba transmitiendo la Desmosedici.

Marc Marquez, Ducati Team, Davide Tardozzi, Team manager Ducati Team

Foto de: Gold and Goose / Motorsport Images

“Pecco tiene toda la predisposición del mundo para trabajar con Marc. La pista será otra cosa, pero fuera de ella trabajan con los ingenieros con total normalidad. Intercambian opiniones y sus conversaciones no solo se limitan a las carreras y a la moto. Es evidente que se respetan”, destacaba Tardozzi.

Cuando te sientas en la misma mesa y hablas de cosas que no son de las carreras es porque respetas a quien tienes delante. Les he visto charlar de las vacaciones, de las reformas de la casa, de los perros que tienen (Bagnaia y Alex Márquez tienen perros salchicha), de lo difícil que es la vida en pareja con tantos viajes… Y eso me encanta”, celebra el jefe de Ducati, quien, eso sí, no tiene ninguna duda de que ninguno de los dos se dejará llevar por el buen rollo que pueda haber, una vez se encuentren en pista: “Después, en la última curva de la última vuelta, ninguno dejará pasar al otro”.