Yazeed Al Rajhi, el billonario pionero que quería ser como Carlos Sainz

Levantar el trofeo Touareg en tu propia casa es algo que ningún piloto consiguió a lo largo de la historia del Rally Dakar, pero Yazeed Al Rajhi cambió todo. El saudí se hizo con la victoria en una atípica edición de 2025 en la que los favoritos se fueron quedando por el camino en una fatídica primera semana en donde las barras de seguridad fueron el tema principal, con Carlos Sainz y Sébastien Loeb cayendo por el camino.

Sin embargo, salir vencedor en Arabia Saudí, ante su propia gente, es algo que nunca olvidará, y que a pesar de ser una de las personas más ricas de toda la nación, la pasión por el automovilismo es algo que surgió desde hace muchos años. Fue en 2007, cuando se lanzó a competir en rallies de Oriente Medio, aunque no fue hasta 2014 cuando dio el salto a nivel internacional, dejando a un lado otro tipo de deportes más populares, como el fútbol, uno que ni siquiera vio en el histórico triunfo de su selección a Argentina en la Copa del Mundo de la FIFA 2022, ya que estaba dormido en Miami.

Lo único que le gusta es conducir en el Rally Dakar, y lo demostró con una perseverancia encomiable de perseguir la primera posición. Desde su estreno en 2015, en donde obtuvo un triunfo de etapa, abandonó en tres ocasiones, mientras que su mejor resultado fue una tercera posición en 2022, curiosamente uno de los años en donde no logró acabar como líder en una especial, mientras que una de las veces que más cerca lo tuvo fue en 2024, hasta que salió volando en un impresionante accidente cuando lideraba la clasificación general en el duro debut de las 48 horas en el desierto.

Aunque más allá del coche, en donde cosechó ocho victorias de etapa, es un gran empresario, en donde cada semana debe visitar una de sus varias empresas ya sea de cafés con su 1/2, de bancos con Al-Rajhi Bank o de la propia botella de agua que patrocina la carrera más dura del mundo, Berain, además de hamburguesas y ser el que posee el 80% del comercio del acero en todo el país. Por eso, algunas veces aprovecha todo el tiempo que puede no ponerse al volante para contestar al menos los veinte correos que debe al día, ayudado por su copiloto, Timo Gottschalk, para gestionar los alrededor de sus 25.000 trabajadores. 

Yazeed Al Rajhi comprobó que el dinero no lo era todo para ganar, y a pesar de que dispone de una gran fortuna, pasa sus días yendo por la mañana a la oficina, siempre y cuando no está dentro de su Toyota Hilux del equipo Overdrive Racing, que es una rama del Toyota Gazoo Racing, y hace las veces de piloto oficial de la fábrica japonesa.

“El primer equipo en los últimos 25 años, un equipo privado, que gana el Rally Dakar, este es el número uno”, explicó al resumir sus logros a los medios de comunicación, entre los que estaba Motorsport.com. “Número dos, el primer coche saudí en los 47 años de la historia de la carrera. Y tercero, nunca, nunca, cualquier nacionalidad del mismo país, ganó en su territorio, es un recuerdo misterioso, creo que me gusta”

“Llevo esperando por este día mucho tiempo, y seguro, creo que el próximo no será fácil para otros pilotos de Arabia Saudí que quieran ganar el Rally Dakar. Necesito mucho tiempo para hacerlo, necesitamos mucho tiempo juntos para hacerlo, creo que no es fácil”, continuó Yazeed Al Rajhi. “Y creo que nos quedaremos con este récord por mucho tiempo, es como cuando Arabia Saudí ganó a Argentina en el mundial”.

Además de eso, su fortuna le hace pensar en el futuro del automovilismo saudí, y tiene un reto para que las jóvenes promesas quieran probar suerte en su desierto local, con premios muy suculentos de hasta dos millones y medio de euros, tan solo por acabar en el podio, aunque el objetivo final es que lleguen generaciones mejores que le sucedan en su éxito y levanten otro trofeo Touareg.

Sin embargo, para que llegasen sus sucesores, tuvo que ganar, y para ello aprendió de sus errores y no ir a fondo todo el tiempo, tan solo yendo con una “experiencia” de toda una década, en donde empuja al 90%, en lugar de al 100% como iba antes y que desembocaba en accidentes como el que sufrió en 2024 cuando estaba al frente.

Y el piloto saudí cuenta con alguien muy especial como su seguidor cuando no compite contra él, porque Carlos Sainz le escribe para saber cómo le va, y durante su pelea por el trofeo Touareg, una vez que se quedó fuera de toda posibilidad por ganar, le bombardeó a mensajes. Los dos mantienen charlas amistosas para conversar sobre cómo les fue, con un cuatro veces ganador del Rally Dakar siempre animando para que le llame y saber más de su sensaciones:

“Carlos me ayudó a ganar, te muestro el mensaje, te muestro lo que me envió”, dijo sacando su móvil del bolsillo. “¿Dónde estás, Carlos? Llámame. Siempre me envías un mensaje. Buen trabajo, siempre me apoyas, muy bien. Sí, claro, buen consejo”.

“Y ayer le dije, ¿qué piensas? ¿Puedo llamarte? Y después me llamó, y me ayudó mucho, dije que quería ser ganador, como él”, y finalmente lo consiguió.