Franco Colapinto fue uno de los protagonistas de la jornada del viernes en el Gran Premio de Las Vegas, pero esta vez no por brillar como lo ha hecho tantas veces desde que llegó a la Fórmula 1 a finales de agosto pasado.
El piloto de Williams había tenido un sólido comienzo del día siendo octavo en la tercera y última práctica libre, antes de posicionarse noveno en la Q1 de la clasificación en una situación en la que que su más experimentado compañero de equipo, Alex Albon, cayó eliminado en el 18º lugar.
Sin embargo, en el desenlace de la Q2 cuando se encontraba en una vuelta que por sus parciales podría haberlo metido entre los diez primeros para pasar a la Q3, un contacto con el muro interno en la curva 16 desencadenó un fuerte golpe de Colapinto que terminó con su coche destrozado y con el piloto debiendo ser evaluado físicamente este sábado para poder disputar la carrera.
El choque de Colapinto en Las Vegas llegó después que el argentino se accidentara dos veces el mismo día bajo condiciones muy difíciles en Interlagos, la cita anterior de la F1.
De todos modos, antes de eso el piloto de 21 años se había destacado mostrando una gran velocidad y cosechando muy buenos resultados, como lo demuestran sus dos finales en los puntos en Azerbaiyán y Austin y sus dos clasificaciones en Q3. E incluso en Las Vegas solo le faltaron un par de curvas para cerrar lo que hubiera sido otro resultado destacado.
Max Verstappen, Red Bull Racing
Photo by: Red Bull Content Pool
Las buenas actuaciones de Colapinto –sumadas al también buen rendimiento de Oliver Bearman este año cuando le tocó reemplazar primero a Carlos Sainz en Ferrari en Arabia Saudita y luego a Kevin Magnussen en Haas en Singapur y en Brasil- llevaron a algunos analistas de la F1 a decir que entonces manejar un monoplaza actual de la máxima categoría quizás no es tan difícil como se cree.
Verstappen fue preguntado tras la clasificación en Las Vegas si el nuevo choque de Colapinto era una demostración que esas afirmaciones eran incorrectas, y el neerlandés reaccionó con firmeza contra quienes hablan desde afuera.
“Pero los expertos… deberían mantener la boca cerrada”, arrancó el tricampeón mundial de Fórmula 1 ante los medios, entre los que estuvo Motorsport.com.
“No es nada fácil. Todo lo que haces al límite no es fácil”, agregó.
Verstappen continuó y se refirió a las difíciles condiciones que están enfrentando los pilotos este fin de semana en la pista de Las Vegas.
“Incluso si condujera un coche de carretera al límite en este circuito, tampoco es fácil. Y sino que lo hagan ellos. Estar delante de la cámara suele ser ya una señal de que no pueden hacerlo por sí mismos, o de que ya no pueden hacerlo”, finalizó Verstappen.