Yuki Tsunoda ha revelado que temía que le devolvieran a casa después de que inmigración le detuviera para interrogarle a su llegada a Estados Unidos antes del Gran Premio de Las Vegas.
El japonés voló a Estados Unidos para asistir a un acto promocional en Las Vegas a principios de esta semana, pero tuvo que enfrentarse a un drama en el aeropuerto: fue apartado y entrevistado en medio de algunas dudas sobre si se le debía permitir o no la entrada en el país.
Aunque al final las cosas se solucionaron, Tsunoda admitió que hubo momentos en los que pensó que le negarían la entrada.
“Por suerte me dejaron entrar después de un par de discusiones, muchas discusiones en realidad”, declaró el piloto del RB. “Estuve a punto de que me mandaran de vuelta a casa. Ahora todo está bien, pero sí, por suerte estoy aquí”.
Sobre el hecho de que le llevaran a una sala lateral para interrogarle, Tsunoda explicó que intentó que los demás le explicaran mejor su situación, pero que no le permitieron comunicarse con nadie.
“Estaba mi fisio con el que viajo”, dijo. “Obviamente, cuando pasas por la aduana, vas individualmente, ¿no?
Yuki Tsunoda, AlfaTauri AT04
Foto de: Andrew Ferraro / Motorsport Images
“Y de repente él [el funcionario] me metió en la habitación y cuando tuve una conversación me dije: ¿puedo traer a la persona con la que voy a viajar? Tal vez pueda ayudar un poco a explicar un poco más sobre mí y la situación en la Fórmula 1?
“Pero no me permitieron traerlos ni siquiera llamar a nadie. Quería llamar también al equipo, o quizá a la F1 para que me ayudaran. Pero en esa sala no se puede hacer nada”.
Tsunoda dijo que no sabía cuál era el problema, ya que aseguraba que tenía los visados en regla y que también había pasado por EE.UU. recientemente sin problemas como parte del triplete Austin/México/Brasil.
“Hice lo de los visados y todo”, dijo. “Ha sido una pena. Supongo que con los tres últimos pude entrar sin problemas. Así que me pareció un poco extraño que me pararan y tener una discusión en condiciones”.
Sin embargo, sugiere que puede que los de inmigración no creyeran que era un piloto de F1 porque iba vestido de forma bastante informal.
“Quizá llevaba un pijama y el color parece un… No lo sé”, dijo. “Me parece que me presionaron mucho y no pude decir nada. De lo contrario, si digo algo siento que tengo más problemas. Por suerte pasé sin problemas”.