La difícil relación de Max Verstappencon “Drive to Survive” está bien documentada. El tricampeón del mundo ofrece muy poco cuando le ponen un micrófono delante de las cámaras, e incluso llegó a boicotear la serie durante un tiempo. Por eso puede sorprender saber que Verstappen lleva años sincerándose ante las cámaras, pero no para Netflix. Nick Hoedeman, que ha dirigido casi una docena de documentales sobre Verstappen desde 2017, explicó por qué ha sido capaz de pintar un retrato tan íntimo del piloto de Red Bull cuando otros documentalistas han fracasado.
“Nunca escenificamos nada”, dijo Hoedeman a Motorsport. “Todo es auténtico. Si no lo capto, no volverá a hacerlo. Lo que ves es lo que hay”. El cineasta holandés, que admitió que no era un fanático de la Fórmula 1 antes de que le propusieran trabajar con un Verstappen entonces adolescente, dijo que le tomó años construir confianza con él y su círculo íntimo muy unido.
“No fue el primer día, ni siquiera fue el primer año, le llevó tiempo confiar en mí”, explicó Hoedeman. “Y creo que es una gran ventaja que no fuera un fanático, porque realmente no podría hacer el trabajo que hice durante los últimos años si lo fuera”, continuó. “Ahora Max sabe que no estamos manipulando la historia (…) y sabe que cuando yo esté cerca, estaré ahí para él”.
Max Verstappen en sus primeros años
Foto de: ViaPlay
La primera temporada de “Drive to Survive” muestra a un Verstappen intensamente centrado en contraste con su relajado compañero de equipo australiano Daniel Ricciardo, que cuenta chistes. Aunque su rivalidad en la pista era real, los dos eran, y siguen siendo, amigos fuera de ella. En cambio, Hoedeman dijo que sus películas sólo “transmiten lo que realmente sucede”.
“No vamos a crear historias”, dijo. “Tenemos una relación basada en la confianza y cuando yo estoy cerca él puede hablar libremente. Nunca viajo con un grupo grande con Max. Sólo estoy yo, o me acompaña un DOP (director de fotografía), así que siempre es algo muy personal y privado”.
La colección de 11 documentales, que ya puede verse en EE.UU. y el Reino Unido a través de ViaPlay, ofrece a los aficionados un vistazo entre bastidores de su vida, tanto en la pista como en casa. La entrega de 2023, “Anatomía de un campeón”, ofrece un retrato especialmente revelador de una unidad familiar fracturada que acabó por recomponerse, y explora las complejidades de una infancia moldeada por la ambición. Esa serie de tres partes incluye comentarios poco frecuentes de Verstappen sobre el impacto del divorcio de sus padres cuando él tenía nueve años y los controvertidos métodos de crianza de su padre Jos. Incluso aborda los roces del patriarca de la familia con la ley y su breve estancia en la cárcel, junto con un infame incidente en el que Jos dejó a un joven Max solo en una gasolinera, que se ha convertido en parte del folclore moderno de la F1.
“Es bastante abierto de mente, pero teníamos que encontrar la manera de hablar de ello y encontrar el momento adecuado”, explica Hoedeman. Uno de esos momentos fue una comida familiar improvisada con Max, su hermana Victoria y sus padres. La conmovedora escena, que ocurrió de forma natural en lugar de ser escenificada por el equipo, se convirtió en uno de los puntos centrales de la película.
“Lo más sorprendente de Max es que es un chico normal”, señala Hoedeman. “Todo el mundo cree que tiene la vida más extravagante, pero a él sólo le gusta estar en casa con su familia y sus amigos. Por supuesto, está en un jet privado viajando por el mundo, pero en el fondo, sigue siendo ese niño de cinco años al que sólo le gusta estar en un coche de carreras.”