Oliver Oakes podría presumir de ser el director de equipo más rápido de la Fórmula 1, pero mientras tanto tiene mucho trabajo por delante para decir lo mismo de su equipo Alpine.
El directivo británico, de 36 años, fue nombrado recientemente como máximo responsable de la escudería de Enstone, que en las últimas temporadas ha ido cayendo en picado.
Ahora, sin embargo, tras un periodo de turbulencias, espera que junto a Luca de Meo, Director General de Renault, y Flavio Briatore, que actúa como consultor especial del proyecto de F1, puedan aportar algo de estabilidad y en consecuencia empezar a mejorar los resultados en la pista.
Oakes tiene pedigrí de piloto. Su padre Billy fue el fundador y propietario del antiguo equipo de Fórmula Renault y F3 británica, Eurotek Motorsport.
Empezó a correr en karts con sólo cuatro años y en 2005 se proclamó campeón del mundo de karts. En su día formó parte del programa de jóvenes pilotos de Red Bull, junto a Sebastian Vettel, Brendon Hartley, Jaime Alguersuari y Sébastien Buemi.
Motorsport.com entrevistó en el hospitality de Alpine a Oakes y el tema de su carrera en el automovilismo surgió rápidamente, y bromeó diciendo que si sugiriera que era el jefe de equipo más rápido, entonces podría recibir un mensaje de texto del CEO de McLaren, Zak Brown, que también sigue compitiendo, y es bastante rápido.
“A veces era rápido”, dice cuando Motorsport.com le preguntó qué salió mal en su carrera como piloto, “pero al final no lo suficiente, ¡por eso estoy en este lado de la valla! Tuve mis momentos. Helmut Marko [asesor de Red Bull] ha sido bastante bruto al decir que nunca logré resultados. Creo que tiene razón a medias. Lo hice en algunos coches, pero no en todos”.
Oliver Oakes, Carlin Motorsport. Formula BMW Testing, Silverstone, England
Photo by: Edd Hartley
“No sé por qué no funcionó. Quizá debería preguntármelo a mí mismo y hacer un examen de conciencia. Cuando echas la vista atrás, obviamente cuando eras joven, hay cosas que podrías haber hecho de otra forma. Hubo cosas que no salieron como quería. Es una mezcla de cosas”.
“Como todo en las carreras, no hay una bala de plata. Pero también me siento muy afortunado por haber hecho todo eso, desde el karting hasta la F3, y por haber conseguido mi sueño de otra manera”.
Oakes se refería al equipo Hitech GP que creó en 2015 y que ahora dirige con éxito en seis campeonatos diferentes, incluyendo la Fórmula 2 y la Fórmula 3.
Después de haber hecho crecer Hitech GP como negocio y como equipo de éxito, Oakes cree que puede utilizar su experiencia como expiloto convertido en director de equipo para conseguir buenos resultados en Alpine, donde ahora centrará toda su atención.
Y añade: “Sin duda, tener un poco de experiencia como piloto ayuda, pero hay que tener cuidado de no excederme, porque uno tiende a pensar que son los ingenieros o el coche… y que no es el piloto. Pero luego puedes equilibrar eso o ir demasiado hacia el otro lado”.
“En realidad es un poco extraño. Si alguien me preguntara a día de hoy qué es lo que más me ha ayudado de mi experiencia en este trabajo, creo que es una mezcla de todo. Lo de conducir estuvo bastante bien, pero tuve suerte de que mi madre me obligara a ir a la escuela. Aunque los lunes por la mañana me quejaba mucho”.
Paul Aron, Hitech Grand Prix
Photo by: Formula Motorsport Ltd
“Y luego también construir y hacer crecer mi propia empresa, desde el punto de vista empresarial; esos seis equipos, 100 personas y todo lo que ello conlleva.Si lo mezclo todo, me siento muy afortunado de haber tenido eso y supongo que es una educación diferente. Tuve una educación de carreras”.
Cuando James Vowles tomó las riendas de Williams, ocupó los titulares al decir que le sorprendía que el equipo utilizase un Excel para gestionar más de 20.000 piezas del coche, ya que era “imposible de navegar” a través de todos esos datos.
Oakes, por su parte, asegura que no ha tenido que vivir nada comparable durante sus primeros meses en Enstone, pero admite que hay áreas de la fábrica de Alpine que requieren cierta inversión.
“Conocía diferentes facetas desde hace un par de años”, dijo. “Es evidente que ha habido muchos cambios. Cuando Otmar [Szafnauer] estaba aquí, era compañero, así que hablando con él de vez en cuando aprendía cosas. Llegué sin nada muy predeterminado, porque hay que tomar las cosas como vienen y me atrevería a decir que nunca se sabe la verdad hasta que uno se involucra de verdad y ve lo que realmente está pasando en un sitio. Tienes que descubrir las cosas por ti mismo”.
“Pero desde que estoy aquí, se ha hablado mucho de lo que se ha hecho y por qué razones. En este momento estoy yo al frente y tenemos que seguir adelante y el pasado dejarlo en el pasado”.
“Algunas partes de Enstone han se han reformado y otras siguen como estaban, no tanto como en la época de Flavio, pero hay muchas partes que son buenas y muchas que podemos seguir mejorando, pero creo que en realidad no diría que haya nada parecido [a lo que Vowles encontró en Williams]”.
Oakes sustituyó a Bruno Famin, que sólo estuvo en el cargo poco más de un año, mientras que Szafnauer también tuvo una etapa corta antes de ser despedido. La llegada del británico coincide con un periodo turbulento en el que Renault dejará de fabricar motores de F1, lo que ha provocado la una fuerte discusión en la planta de Renault en Viry-Châtillon.
Oliver Oakes, Team Principal Alpine F1 Team, Flavio Briatore, Executive Advisor, Alpine F1
Photo by: Alpine
También hay que tener en cuenta que Oakes trabajará junto al polémico Briatore, que dirigió el equipo de Enstone durante su época más gloriosa, cuando ganó el campeonato de constructores y de pilotos con Fernando Alonso en 2005 y 2006. La presencia del italiano no hará otra cosa que aumentar la presión sobre él, pero asegura que es “una presión agradable”.
“Hay presión para mí, sí, porque no me gusta estar cerrando la parrilla. El trabajo conlleva presión, pero creo que es diferente… Creo que hace años un psicólogo deportivo me dijo una cosa que se me ha quedado grabada. La presión es como algo que sale de la ducha en forma de presión de agua”.
“En realidad veo el hecho de liderar un equipo de F1 como una responsabilidad. Hay mil personas que confían en tu liderazgo para tomar la decisión correcta. Esa es una palabra que utilizaría, y la otra es competitivo. Quieres ser el mejor. Soy pragmático en el sentido de que sé que la F1 es compleja, hay muchos equipos grandes que están bien dirigidos y que llevan mucho tiempo haciéndolo, con más estabilidad que nosotros”.
“Pero, en realidad, estoy bastante emocionado con eso porque lo bueno de la F1 es que siempre te juzgan constantemente y si puedes hacer un buen trabajo, todo el mundo lo va a ver. Me pongo la presión a mí mismo porque quiero hacerlo bien”.
“Contar con Flavio es una gran ayuda y gran parte del motivo por el que me comprometí a empezar este viaje. Yo lo llamo ‘el proyecto’. Él empuja porque quiere ver a este equipo volver a la parte delantera y cualquiera que le conozca sabe que Enstone es su bebé”.
“Todos tenemos un primer amor en la vida y a él no le importaría que dijera eso. Para él, este equipo es algo que realmente le importa y es lo que me atrajo a venir, y también trabajar con él porque tiene una gran experiencia. Ha tenido mucho éxito, tanto en la F1 como en sus negocios de restauración, y es alguien que sabes que siempre está comprometido”.
“En última instancia, acertada o equivocadamente, me senté allí y miré hacia atrás para ver los equipos que tuvieron éxito en la F1 y la mayoría de las veces se debió a un liderazgo muy fuerte que puede ser de dos, tres o cuatro personas que están realmente alineadas y que normalmente son el propietario y los principales dirigentes del equipo. Cuando hablé con él y con Luca [de Meo], se notaba su pasión por el proyecto. Podías ver que la edad es un número”, añadió.
Oliver Oakes, Team Principal, Alpine F1 Team
Photo by: Simon Galloway / Motorsport Images
Sin embargo, Oakes quiere dejar su huella en el equipo Alpine. La gente de dentro ha elogiado su sinceridad y su voluntad de comunicación, y ya se percibe una mejora en los ánimos dentro de la organización y, por fin, la sensación de que el equipo vuelve a apuntar en la dirección correcta.
“Hay muchos estilos de gestión diferentes”, afirma. “Es interesante porque hoy se puede ver una verdadera mezcla. Hubo una cierta tendencia a los empresarios, tipos que fundaron sus equipos y después los dirigieron. Luego hubo otra tendencia de exingenieros que se hacían directores de equipo”.
“Pero cada uno hace lo que más le conviene. No pretendo ser el mejor ingeniero, ni el mejor empresario, ni el mejor piloto”.
“Para tener éxito, debemos contar con los mejores en cada sector y con una buena cultura que potencie a esas personas. Esas son las cosas sencillas que tenemos que hacer bien y algo que Enstone ya hizo muy bien en el pasado”, concluyó.