Motegi.- El tiempo tan inestable que condicionó la mayoría de sesiones de ensayos, tanto las libres como las cronometradas, dio una tregua este domingo por la mañana en Motegi, dónde salió el sol y la temperatura ambiente y también la del asfalto se disparó. En esas circunstancias hay menos espacio para las sorpresas, cosa que hizo que los habitualmente más competitivos merodearan permanentemente por la zona alta de la tabla. De todos ellos, el más rápido fue Pecco Bagnaia, el ganador de la carrera al sprint de la jornada anterior, que aventajó en solo cinco milésimas a Jorge Martín, su principal oponente en la pelea por el título y líder de la tabla general.
Detrás del actual campeón y el aspirante se colocó Enea Bastianini (tercero), cuyo mejor giro fue una décima más lenta que la de su compañero en el taller oficial de Ducati.
El cuarto clasificado fue Pedro Acosta, otro de los grandes favoritos a llevarse el triunfo dentro de unas horas, y que el sábado se fue al suelo a falta de cuatro giros para la bandera de cuadros y cuando lideraba el pelotón.
Marc Márquez finalizó el quinto, a dos décimas de su futuro vecino en el garaje de las motos rojas, a la vez que Franco Morbidelli (sexto) terminó a menos de una décima del corredor de Cervera (Lleida).
Por detrás de Morbido concluyeron Marco Bezzecchi (séptimo) y Fabio Di Giannantonio (octavo), la séptima Desmosedici en las ocho primeras posiciones, una imagen que ilustra perfectamente el poderío de la fábrica de Borgo Panigale.
Johann Zarco (noveno) y Takaaki Nakagami (décimo), el ídolo local, que afronta su último gran premio de casa como piloto a tiempo completo –el curso que viene pasará a la nómina de probadores de Honda– cerraron un top ten del que Fabio Quartararo (undécimo) se quedó a 65 milésimas, y en el que no pudo colarse ninguna Aprilia.