Hay muchos mitos sobre Sergio Pérez, el piloto. Al principio de su carrera en la Fórmula 1, los resultados del mexicano mostraban unos patrones que parecían atraer a los amantes de las estadísticas del campeonato, respaldados por unos rasgos de conducción identificables, y él casi parecía feliz de aceptarlo, apoyando esos mitos con sus futuros esfuerzos en carrera. Pero en el último año y medio, un período ciertamente difícil en la carrera de Pérez, muchos de ellos se convirtieron en conceptos erróneos.
Hemos tenido “Pérez, el hombre que susurraba a los neumáticos”, como uno de sus primeros valores. Esto entró en la jerga de la F1 en la primera parte de su carrera, ya que su Sauber C31, extraordinariamente bueno con los neumáticos, parecía estar bien equipado para manejar los neumáticos Pirelli empleados a principios de la década de 2010. Este apodo persistió durante los años de Force India, cuando sus ocasionales podios a menudo parecían coincidir con estrategias comodín que requerían el ahorro de neumáticos, y Pérez a menudo parecía hacer que funcionaran.
Pero frente a Max Verstappen, “Checo” Pérez a menudo ha parecido un poco más pesado cuando se trata de stints de neumáticos, eliminando parte de esa latitud que Red Bull tiene con la estrategia. Eso se ha visto magnificado por los neumáticos de 18 pulgadas utilizados en la F1 contemporánea; Pérez era bueno minimizando el deslizamiento de las antiguas construcciones de 13 pulgadas, pero el flanco más rígido cambia la complexión por completo. Ése es un mito que podemos disipar.
El otro es “Pérez, el especialista en los callejeros”. El mexicano ganó en Mónaco y Singapur en 2022, y abrió 2023 con victorias en Yeda y Azerbaiyán. En total, el 83% de sus victorias se han producido en circuitos urbanos, lo que sugiere que siente una especial predilección por las calles y las tapas de alcantarilla, en lugar de por el asfalto liso y la hierba bien cortada.
Pero el resto de 2023 lo refutó; Mónaco fue un desastre ese año, Singapur se vio perjudicado por los problemas de puesta a punto de Red Bull, y Mónaco esta año también fue desastroso. En ese caso, también podemos tachar esa.
¿Pero “Pérez, el Maestro de Bakú”? Eso sigue siendo cierto; incluso en una temporada 2024 que ha sido probablemente una de las más accidentadas de Pérez durante su larga etapa en la F1, la capital de Azerbaiyán ofreció a su temporada un rayo de luz.
Pérez volvió a estar en forma en Bakú, un circuito en el que estadísticamente es el piloto más laureado
Foto de: Red Bull Content Pool
Antes de esta temporada, solo había fallado en el podio en dos ocasiones en Bakú: en 2017 y 2019. Y, en una temporada en la que hasta ahora no había logrado superar a Verstappen mientras luchaba con el empeoramiento del equilibrio del RB20, Pérez puso firmemente a su heraldo compañero de equipo en la sombra y clavó su coche cuarto en la parrilla.
Más impresionante fue el cambio de velocidad de Pérez en la carrera. Era un legítimo aspirante a la victoria y, si las cosas hubieran sido diferentes con Norris tapándolo tras la parada en boxes, la presencia de Pérez al frente del pelotón no era algo improbable.
Mantuvo la batalla entre Oscar Piastri y Charles Leclerc a distancia, y parecía tener un buen valor para un segundo puesto cuando los neumáticos duros de Leclerc se habían desvanecido – si el choque con Carlos Sainz no hubiera aniquilado cualquier posibilidad de una cosecha de puntos decente.
Sólo para pasar brevemente a su choque: llamarlo un incidente de carrera fue la solución correcta. Sainz tenía razón en que no hizo ninguna maniobra brusca, y Pérez tampoco. En última instancia, jugaron a un juego de la gallina a alta velocidad, que ambos perdieron.
“Si tuviera un campeonato de 24 carreras en Azerbaiyán, sería muy difícil de batir”
Christian Horner
¿Qué hace de Pérez un rival tan formidable en Bakú? Comparando su vuelta rápida de clasificación con la de Verstappen, Pérez tiene dos rasgos que le dan más rendimiento: uno: frena más tarde en las curvas de 90 grados, pero mantiene suficiente tracción para conservar la ventaja de tiempo que consigue, y dos: lleva mucha más velocidad a través de la sección del castillo.
Ayuda que Red Bull encontrara una puesta a punto con el coche de Pérez que le infundiera el nivel de confianza necesario para atacar las calles de Azerbaiyán. Lo último que necesita un piloto es un tren delantero desconectado en un trazado en el que las paredes están tan cerca del vértice. Pero también tiene que estar equilibrado con el tren trasero, lo que produce una dirección neutra que le gusta a Pérez.
“Siempre ha sido mágico aquí”, reflexionaba Christian Horner el viernes, antes de agregar: “Si hubiera un campeonato de 24 carreras en Azerbaiyán, sería muy difícil de batir. Es importante llevar ese impulso a la carrera”.
Pérez ganó bajo los focos en Singapur hace dos años y espera aprovechar el impulso de Bakú.
Foto: Glenn Dunbar / Motorsport Images
No es la primera vez que Horner alude a la prolífica actuación de Pérez en Bakú. En medio del razonamiento que Red Bull proporcionó en su decisión de mantener a Pérez por el resto de 2024, Horner señaló que de acercaban una serie de circuitos en los que Pérez había sido históricamente bueno – Bakú es uno de ellos. Singapur es otro, y Pérez realmente debe seguir su actuación en Azerbaiyán con una buena carrera en el Marina Bay el próximo fin de semana.
No olvidemos que su carrera para 2025 está en juego; puede que tenga un contrato, pero si hubiera una cláusula que permitiera a Red Bull alejarse de él durante el verano, sin duda hay una para 2025 ahí.
Después de Singapur, RB anunciará la identidad de su segundo piloto. Los indicios apuntan a que será Liam Lawson, pero no obstante esto pone una presión residual sobre Pérez para poner el segundo asiento de Red Bull fuera de toda duda y evitar a Lawson, Yuki Tsunoda, Daniel Ricciardo, etc.
Red Bull tiene su propio deber de diligencia hasta cierto punto, en el sentido de que necesita proporcionar a Pérez un coche con el que no sea tan difícil trabajar en las calles de Singapur como se vio el año pasado. Mantener un equilibrio similar al de Bakú, aunque sin necesidad de eficiencia aerodinámica, será una buena base para afrontar la plétora de curvas de 90 grados de corto ápice. Pérez asegura que este debería ser el caso la próxima vez.
“Creo que en términos de ritmo, sí, (Bakú) ha sido fuerte”, dijo. “Espero que Singapur también – probablemente el pilotaje puede ser un poco más complicado allí, pero debería ser un buen fin de semana”.
“Pero sin duda es un estímulo. Soy consciente de que todavía hay mucho trabajo por hacer, porque cuando ves a Max, lo mucho que luchó en el fin de semana, creo que probablemente estaba un toque o dos fuera de la puesta a punto, y luego es una gran diferencia en términos de fin de semana (resultado). Sigue mostrando que el coche es demasiado sensible, así que tenemos trabajo que hacer. Creo que hemos dado un buen paso, pero necesitamos otros dos como éste”.
Y si Pérez puede rendir en Singapur como lo ha hecho en Bakú, entonces los últimos jirones de rumor diseminados sobre su futuro en el equipo pueden empezar a evaporarse – para 2025, al menos.
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