El belga se acercó a su segunda victoria de la temporada 2024 del WRC para aumentar sus opciones al título en el Rally Acrópolis tras las etapas matinales del domingo. Thierry Neuville consiguió mantener el tipo sin sobrepasar el límite para llegar con más de un minuto de ventaja a la última Power Stage.
Ese colchón hace que supere a su rival por el campeonato, Sébastien Ogier, que consiguió adelantar a Dani Sordo [1:23,3s], con Ott Tanak en la cuarta plaza [3:13,7s]. Elfyn Evans se reincorporó a la cita después de que se retirara en la tarde del sábado por un vuelco, pero el que no pudo hacerlo fue Gregoire Munster, ya que su Ford Puma tenía demasiados daños en la jaula antivuelco.
Una violenta tormenta eléctrica inundó las carreteras el sábado por la noche en la ciudad anfitriona, Lamia, pero el mal tiempo no afectó a la primera etapa de la mañana. Con los valiosos puntos del domingo en juego, Sébastien Ogier optó por empezar con fuerza, lo que acentuó su decisión de llevar solo una rueda de repuesto para ahorrar peso en su GR Yaris.
El francés marcó un increíble tiempo para ganar la especial con cinco segundos de ventaja sobre Thierry Neuville, con lo que se colocó a la cabeza de la carrera por los doce puntos del día, y el belga dijo: “Se trata de gestionar un poco todavía tratando de mantener un buen ritmo, he tenido problemas con el agarre, es muy estrecho y se puede golpear una piedra, así que debes comprometerte, y yo no lo estaba”.
El crono del galo fue suficiente como para ponerse segundo en el rally, después de que Dani Sordo tuviera problemas para mantener el ritmo y ceder medio minuto: “El coche es bueno, pero el tiempo es muy malo. Estoy pilotando en la etapa, y al principio tuve un susto, así que solo me concentré”.
Ott Tanak fue el tercero más rápido, pero el estonio reveló que su i20 N arrastraba un problema de motor, mientras que Adrien Fourmaux, Elfyn Evans y Takamoto Katsuta completaron los seis primeros Las condiciones del siguiente tramo fueron muy diferentes a las del primero, y los efectos de la tormenta se hicieron notar, ya que se cambió la grava seca por lugares resbaladizos con charcos.
Esa etapa fue la más dura del rally, y los equipos se abrieron paso a duras penas. Thierry Neuville reveló que la carretera estaba “destrozada”, lo que provocó que todos fueran con cautela y, como no quería arriesgarse a perder los puntos provisionales del sábado, fue casi quince segundos más lento que Sebastian Ogier, que se llevó la victoria de la especial: “La carretera está destrozada, es una pesadilla, he tenido mucho cuidado”.
Todo lo contrario fue para el francés, desesperado por arrebatarle puntos a su rival: “Todo el fin de semana he tenido buenas sensaciones, tengo un buen coche y podía hacer lo que quería. La desgracia es dura, dos minutos y medio perdidos por un problema en el turbo, así es el Rally de Grecia, ahora tenemos que recuperarnos y la Power Stage será importante”.
Elfyn Evans y Ott Tanak marcaron tiempos idénticos, y aventajaron en poco más de dos segundos a Sébastien Ogier, mientras que hubo bastante drama en WRC2, con el vuelco de Georg Linnamae, y Sami Pajari conservó su liderato, por delante de Robert Virves.
