El semblante de Mick Schumacher cambia en cuanto capto una de sus respuestas a mi pregunta. Le pregunté cómo le gusta pasar su tiempo libre y, entre las respuestas habituales de ir al gimnasio y montar en bicicleta, hubo una actividad que me llamó la atención. “También me gusta el paracaidismo”, dice con cierta indiferencia mientras charlamos durante el Gran Premio de Canadá.
Schumacher ha restado importancia al término “me gusta” al explicar hasta qué punto saltar de un avión ha formado parte de su vida.
El ex piloto de Haas, que mantiene la esperanza de volver a la Fórmula 1, habla con entusiasmo a Motorsport.com sobre su afición: “Mi primer salto en paracaídas, si no recuerdo mal, lo hice con ocho o nueve años. Obviamente fue un salto en tándem. Básicamente, al subir, no me gustó mucho, y entonces mi hermana lo hizo y yo me dije ‘maldición, si mi hermana pudo hacerlo, ahora tengo que hacerlo yo’.
“Así que salté con los ojos cerrados, pero me gustó tanto que volví a subir enseguida”.
“Cuando tuve edad suficiente, salté por mi cuenta, a los 16 años. Ahora tengo 1.600 saltos y una licencia”.
Schumacher afirma que su pasatiempo cargado de adrenalina, del que también disfruta Lewis Hamilton y ambos han practicado paracaidismo juntos, también le permite mejorar su formación como piloto de carreras.
Mick Schumacher, piloto reserva del equipo Mercedes-AMG F1.
Foto: Mark Sutton / Motorsport Images
“No sólo es una oportunidad para conocer mejor mi cuerpo, tienes esta ordenación de pies, manos, cuerpo, cabeza y ojos, y lo que hacen. Te da una idea de lo que hay que hacer en carrera, pero también te aporta conocimientos sobre el tiempo y los vientos”.
“A veces te puedes ver empujado a una posición peculiar, así que tienes que actuar con rapidez, eso ya lo sabía hacer de las carreras, pero ayuda a recalcarlo una y otra vez, sobre todo cuando no tienes seguridad a tu alrededor, como en un coche de carreras. Me encanta hacerlo porque era algo que compartía con mi padre”.
Tras una frustrante etapa en Haas, Schumacher se encuentra ahora como piloto reserva de Mercedes y compitiendo en el Campeonato del Mundo de Resistencia con Alpine.
Su actuación en las 24 Horas de Le Mans de este año se vio truncada cuando los dos hipercoches de Alpine sufrieron problemas de motor tras sólo seis horas y se vieron obligados a retirarse. No obstante, afirma que su experiencia con otro equipo y compitiendo en el WEC le está permitiendo convertirse en un piloto más completo.
Espera que su paso por Alpine y su trabajo con Mercedes le permitan encontrar una vía para regresar a la F1 tras sólo dos temporadas en la parte trasera de la parrilla con Haas, donde no tuvo la oportunidad de impresionar.
Afirmando que aún tiene mucho que demostrar y el deseo de acallar a sus críticos, añadió: “Trabajar con Alpine es una oportunidad para que un equipo de la parrilla de F1 me conozca mejor. Me permite ser un piloto más completo y probar diferentes disciplinas porque podría darme (una mejor oportunidad), aunque sea un 1% extra. Podría ayudarme”.
#36 Alpine Endurance Team Alpine A424: Nicolas Lapierre, Mick Schumacher, Matthieu Vaxiviere
Foto: Marc Fleury
“Alguien con mi experiencia ahora, sería capaz de aportar valor a un equipo. Tienes que pasar por momentos difíciles para demostrar de lo que estás hecho, pero puedo entrar en el paddock y seguir teniendo una sonrisa y estar motivado”.
“Seguiré intentándolo hasta que lo consiga y no veo ninguna razón para rendirme. Mi objetivo es volver a la F1, ese ha sido mi sueño desde la infancia y no voy a renunciar a él”.
“Aún tengo mucho que demostrar. Mucha gente que me conoce lo ha visto en las categorías inferiores, pero los que sólo me conocen en Haas no lo han visto. Hay muchas cosas que quiero demostrar que se equivocan al juzgarme”.
“No creo que necesite salir a entregar un currículum, la gente ha visto lo que he hecho. Pero lo que no se sabe es cómo trabajo internamente, porque eso se mantiene a puerta cerrada”.
“Si la gente supiera lo duro que trabajo, pensarían de otra manera”.