Si Jorge Martín necesitaba un día redondo para evitar lo que pasó en el pasado Gran Premio de Alemania, es precisamente lo que ha tenido hoy. El español perdió el liderato del Mundial de MotoGP en Sachsenring tras una caída, un mal que le está afectando en este 2024, y que le ha hecho sucumbir frente al tremendo empuje de Pecco Bagnaia, quien ha remontado hasta la primera posición de la general.
Pero después de la cita teutona llegó el parón veraniego, y el madrileño ha vuelto a pista con sensaciones renovadas. Un gran viernes le ha ayudado a conseguirlas, en el que ha liderado las dos sesiones de entrenamientos, los Libres 1 con un crono de 1:59.383, por 90 milésimas sobre Viñales, y la Práctica con un 1:57.911, por 45 milésimas sobre la otra Aprilia, la de su amigo Aleix Espargaró, a quien sustituirá en 2025.
Así, tras la jornada en pista, el de San Sebastián de los Reyes reconoció que sus ganas de volver a los circuitos no eran muy altas, pero al tener que hacerlo ha sido importante que lo haya hecho con estas sensaciones, para terminar de enterrar lo de Alemania.
“Me da mucha confianza volver así, si había alguna duda de Sachsenring me la he quitado“, empezó diciendo Martín. “Siendo sincero, me ha costado volver. Estaba muy bien en las vacaciones, como estaba, y no tenía muchas ganas, pero estaba claro que había que volver en algún momento. Y la mejor forma era así. Y aquí en Silverstone, en una pista que me gusta, he podido ir muy rápido“.
Tan centrado estuvo el #89 en lo suyo que ni siquiera rindió cuentas a los pilotos que le siguieron, entre ellos, Marc Márquez, que le buscó un par de veces para buscar su rueda y asegurar el pase a la Q2:“No es nada a lo que no esté acostumbrado, tener a algún piloto detrás. Al final he tirado igual. Está claro que prefieres ir sólo, pero no puedes controlar si alguien te sigue o no. Igualmente me he puesto primero en ese momento, así que me da más confianza. Está claro que si es un piloto rápido, no le quieres dar rueda. Te puede hasta sacar de la Q2 en algún caso. Pero es lo que hay, no puedo hacer nada”.
Al final, Martín se centró en las sensaciones, y no pudieron ser más positivas:“Voy muy bien, cómodo, y no he tenido que tocar mucho la moto. He podido mantener el mismo set-up todo el día, y eso te ayuda a coger confianza y a ir cada vez más y más rápido. Tenía bastantes pruebas por hacer en la cabeza, pero al final he decidido no cambiar mucho. Hay alguna pieza nueva que tenemos que probar y he preferido dejarla al margen. Quiero trabajar con mi moto. Ha sido un día quieto, pero sí que había cosas nuevas”.
Sin embargo, el español sí que probó una algo distinto, para ver si esa es la fuente de las caídas que le afectaron en puntos clave de 2023, y en la primera mitad de la presente campaña:“Hay una pieza por probar, porque creemos que era eso lo que provocaba las caídas. Era el único piloto de Ducati que la llevaba. La llevaba el año pasado, y este, así que quizás era lo que me provocaba estas caídas. Entonces, hemos vuelto un poco a lo estándar. Tenía dudas de si iría rápido, y al final me he encontrado incluso mejor. Obviamente tiene algún punto negativo, pero me he encontrado muy bien. Eso sí que lo he probado”.
Todo parece pintar bien para Martín, si pensamos en ritmo de carrera:“En cuanto a ritmo de carrera me he encontrado bastante cómodo. Con la goma de 15 vueltas, he podido tocar el 58.8, que creo que es un gran tiempo. También era un día idílico, con buenas temperaturas. El agarre que tengo me gusta mucho. En general va muy bien. Quizás donde más sufro es en entrada en curva, pero en frenada gira bien y tracciona muy bien”.
Además, en clave de futuro, el subcampeón del mundo del año pasado comentó los nombres de los dos mecánicos que le acompañarán en 2025: “‘Malaguita’ (David Galacho) fue en la primera persona que pensé, porque ha sido con quien más confianza he llegado a tener en Pramac. Ha sido el mecánico con el que más años he estado, nunca había estado más de dos, y con ellos he estado cuatro. Y creo que me va a ayudar mucho en mi adaptación al nuevo equipo”.
“Y Daniele Romagnoli igual, llevo cuatro años, hemos peleado por un Mundial, y creo que necesitaba alguien que me conociese a mí o que conociese la moto. No quería experimentar mucho, y creo que Romagnoli me puede ayudar a adaptarme muy rápido”.