Ahora que se ha hecho oficial el acuerdo entre Sainz y Williams para 2025, son varias las valoraciones que afloran. Han pasado seis meses desde que Ferrari hiciera oficial el fichaje de Lewis Hamilton, y la llegada del siete veces campeón del mundo a Maranello ha tenido como primer efecto la entrada forzosa del español en el mercado de pilotos.

Desde el pasado 1º de febrero, el equipo de gestión de Sainz inició un largo y meticuloso proceso de reuniones y conversaciones más o menos profundas para asegurarle al piloto un futuro en la Fórmula 1. Al cabo de seis meses, Sainz tuvo que poner papel y lápiz, una elección forzada que no se corresponde con sus aspiraciones. La aventura con Williams podría sorprender, pero a día de hoy (al menos sobre el papel) representa una drástica reducción de sus ambiciones, al menos a corto plazo.

Las oportunidades, sin embargo, han estado ahí. A diferencia del año pasado, todos los equipos punteros tuvieron que replantearse la posición de al menos un piloto, y sin embargo Sainz se quedó fuera. ¿Por qué? Esa es lo que se preguntan muchos aficionados y no pocos iniciados. ¿Es posible que un piloto que ha ganado grandes premios y ha subido al podio con regularidad durante tres temporadas no haya sido objeto de atención por parte de Red Bull, Mercedes y Aston Martin? ¿Cuáles son las razones? Es un rompecabezas complejo.

Antes de pasar a los escenarios individuales, hay un aspecto a destacar que está presente en todos los equipos punteros. En los equipos top, todas las actividades se planifican con mucha antelación, las decisiones se meditan durante mucho tiempo y, una vez tomadas, casi nunca se cambian.

Los equipos han pasado de ser pequeñas y medianas empresas con un director que a menudo es el dueño del propio equipo, a los volúmenes de una empresa mediana, con un liderazgo estructurado y una planificación global que les ha quitado mucha elasticidad. De ahí que si llega una variable repentina al mercado (como en el caso de Sainz) no siempre se aprovecha la oportunidad porque implicaría un cambio de programación.

Andrea Kimi Antonelli, Prema Racing

Andrea Kimi Antonelli, Prema Racing

Foto de: Zak Mauger / Motorsport Images

El sueño de Verstappen, el proyecto de Antonelli

Entrando en el primer caso, el de Mercedes, la gestión jugó un papel importante. La candidatura de Sainz en lugar de Hamilton se daba por segura desde fuera, pero en realidad Carlos sólo tuvo una breve aparición en la agenda de Toto Wolff. La primera razón es que el director del equipo Mercedes esperaba (y sigue esperando aunque sabe que las chances son del 1%) un divorcio entre Verstappen y Red Bull. Firmar a Sainz antes de tiempo habría supuesto cerrar la puerta a Max definitivamente, y Wolff no tenía intención de hacerlo.

Luego está el aspecto del “calendario” que implica a Antonelli. El joven italiano está vinculado contractualmente a Mercedes a partir de 2018, y su entrada en el programa junior supuso una inversión nada desdeñable. La carrera de Antonelli está planeada desde hace tiempo, y su debut en la Fórmula 1 es un paso clave en el camino.

Cuando Hamilton comunicó a Mercedes el pasado enero que su relación llegaría a su fin a final de temporada, Wolff no lo dudó y programó un intenso programa de pruebas para Antonelli con el monoplaza de 2022 (iniciado hace dos meses) que finalizará en el otoño europeo. Una inversión de varios millones de euros que sólo se justifica por una razón. Evaluar la candidatura de Sainz habría supuesto cambiar planes, revisar planes establecidos desde hace tiempo y arriesgarse a frustrar la inversión en el programa junior.

Max Verstappen, Red Bull Racing

Max Verstappen, Red Bull Racing

Foto de: Red Bull Content Pool

Salvar el programa junior y la zona de confort de Verstappen

En Red Bull, el programa junior también ha influido, aunque en menor medida. Sainz estuvo bajo el ala de Helmut Marko desde 2010 hasta 2017, cuando se fue a Renault a mediados de temporada.

Tras unos años florecientes, en los que el depósito de Red Bull Junior aseguró la llegada a la Fórmula 1 de Daniel Ricciardo, Sebastian Buemi, Daniil Kvyat, Jean-Eric Vergne, Max Verstappen y Pierre Gasly, el sistema se ha atascado. Además de Verstappen hoy, los tres coches de la familia Red Bull están pilotados por Sergio Pérez, Yuki Tsunoda (proveniente de Honda) y el regresado Ricciardo. Evidentemente, Marko puede contar con un enorme dividendo de confianza por la presencia de Verstappen, pero hace años que el vivero está atascado y este aspecto no pasa desapercibido.

Recurrir de nuevo al mercado exterior (como ocurrió con Pérez) habría supuesto otro golpe al programa junior. Sainz es un ex, pero eso no cambia el estado de las cosas: fue un joven en su momento, pero ya no lo es.

La esperanza de Marko es que la eventual sustitución de Pérez sea una operación interna, con Ricciardo volviendo a Red Bull y Liam Lawson al equipo de Faenza. Una eventual entrada de Sainz (con un contrato de dos años) en lugar de Pérez, cerraría de nuevo las puertas del equipo a Lawson y también a Tsunoda. Luego está también la vida tranquila tras la tormenta del pasado invierno. En este momento crear alrededor de Verstappen la mejor de las zonas de confort es fundamental y en esta perspectiva las cifras de los pilotos ya contratados encajan mejor que la de Sainz.

Fernando Alonso, Aston Martin F1 Team

Fernando Alonso, Aston Martin F1 Team

Foto de: Zak Mauger / Motorsport Images

Alonso es la coartada perfecta para Lance Stroll

El último ‘no’ que tuvo que aceptar Sainz fue el de Aston Martin. Sobre el papel, el ‘canje’ Alonso-Carlos parecía la opción más lógica: agradecer con honores a un gran piloto (que ahora tiene 43 años) y dar la bienvenida a un joven de 29 con hambre de revancha. Nadie habría puesto el grito en el cielo. Sin embargo, la elección de Lawrence Stroll fue diferente y acorde con su visión.

Desde que Lance Stroll llegó a la Fórmula 1, su padre siempre quiso tener a su lado a un piloto mayor y con más experiencia. Una especie de escudo para poder justificar cualquier diferencia de rendimiento con diferente estatus.

En su debut en Williams junto a Lance estuvo Felipe Massa, en Racing Point (que luego se convertiría en Aston Martin) estuvieron Sergio Pérez, Sebastian Vettel y Fernando Alonso. La figura de un piloto joven nunca fue bien recibida desde que Stroll Sr. tomó el relevo en Silverstone, y el currículum de Sainz (“sólo” cuatro años mayor que Lance) no encajaba en el identikit requerido: la figura de Carlos se consideraba demasiado competitiva frente a Lance.

Ante la perspectiva de encontrarse por detrás de su compañero de equipo, sería mejor que éste fuera mucho mayor y tal vez con un historial de primer nivel, es decir, el retrato perfecto de Alonso.

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Fuente: https://lat.motorsport.com/f1/news/sainz-equipos-punteros-analisis-williams-f1/10640346/?utm_source=RSS&utm_medium=referral&utm_campaign=RSS-F1&utm_term=News&utm_content=lat

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