Por segunda carrera consecutiva, Alpine no sumó ningún punto en el campeonato de constructores. Pierre Gasly se retiró por segunda vez consecutiva debido a un problema mecánico, mientras que Esteban Ocon terminó último de los pilotos que vieron la línea de meta.
Esta actuación, el día después de la clasificación en la que el equipo admitió haber cometido un “gran error” en términos de estrategia que dejó a ambos pilotos al fondo de la parrilla, parece indicar que el fabricante francés ha vuelto a caer en sus costumbres de principios de temporada después de un buen período entre Mónaco y Austria.
Aunque Ocon se libró de problemas en Gran Bretaña y Hungría, él mismo soportó dos carreras muy difíciles: en Budapest, escenario de su única victoria en F1 en 2021, cruzó la meta al fondo del clasificador tras un calvario de 69 vueltas.
Sin embargo, su inicio de carrera había sido una fuente de esperanza. Desde el 19º lugar en la parrilla en la salida, el francés logró remontar hasta la 14º plaza antes de descender en el orden hasta la 18ª, viéndose incluso obligado a parar una tercera vez al final de la carrera.
Al igual que su compañero de equipo, Ocon lamentó los innumerables errores y problemas de Alpine en las últimas semanas: “No hay nada que sacar de este fin de semana”, declaró a Canal+ .
“Sinceramente, aparte de la salida, no ha habido nada bueno. Sin ritmo, sin estabilidad en el coche y con mucha degradación; tuvimos que parar al final porque nos quedamos sin neumáticos. Sinceramente, si hubiéramos abandonado al principio, no habría sido muy diferente”.
“Vemos que los demás han traído piezas y nosotros aún no. Deberíamos tener cosas pronto. El rendimiento tiene que cambiar. Ha habido grandes problemas en las dos últimas carreras, ya sea en el funcionamiento o en la velocidad pura. Esos dos fines de semana fueron muy decepcionantes. Sinceramente, creo que nos habría ido mejor salvando el coche que acabando”.
