Ferrari ‘apuesta’ por Hungría. La Scuderia, tras caer en picada hasta la cuarta plaza en Silverstone, busca una pronta reacción en el trazado húngaro de Hungaroring, primera prueba del campeonato de 2024, aunque sea la penúltima carrera antes del parón veraniego.
En el GP de Gran Bretaña, una pista rápida, el SF-24 había vuelto a la configuración aerodinámica de Imola con la esperanza de limitar el efecto “rebote” del coche debido a los rebotes que provocaban pérdidas repentinas de carga y, por tanto, un comportamiento inestable del coche con efectos negativos percibidos no sólo en la conducción de los pilotos, sino también en la preservación de la durabilidad de los neumáticos.
En Budapest, sin embargo, Ferrari volvió al paquete que con tanta expectación se había presentado en Barcelona y que en España, como en Austria, no había dado los resultados que el equipo de Maranello esperaba.
Charles Leclerc y Carlos Sainz se habían quejado del muy molesto regreso del “porpoising” y el coche rojo, aunque en los datos revelaba un aumento de la carga aerodinámica, en los resultados se había quedado por detrás de McLaren, Red Bull e incluso Mercedes. Una desolación para el Cavallino que, mientras tanto, también había visto la dimisión de Enrico Cardile, director técnico de chasis, que se marchaba a Aston Martin.
En realidad, los ingenieros del Cavallino han trabajado sin descanso para dar con la clave de los problemas del SF-24. “La semana de descanso antes de Hungría nos ha permitido analizar a fondo todos los datos recogidos en las tres últimas carreras”, admitió el director del equipo, Fred Vasseur. “Hemos descubierto que el paquete de mejoras introducido recientemente aportaba los beneficios esperados en términos de puntos de carga, pero también desencadenaba efectos secundarios que empeoraban el confort de conducción de Charles y Carlos”.
“Hemos trabajado duro en la empresa y por eso en Budapest llevaremos una versión evolucionada del tren de rodaje que esperamos que proporcione a los pilotos un coche con el que puedan expresarse lo mejor posible”.
Ferrari SF-24: así es el alerón trasero de carga máxima
Foto de: Giorgio Piola
Nuestro muy activo Giorgio Piola en el pit lane captó cómo los mecánicos se llevaban el Ferrari para su inspección. Las imágenes confirman la anticipación de Vasseur: el SF-24 está en la versión de carga máxima y, como la eficiencia aerodinámica cuenta menos que en Montecarlo, se han abierto las ventilaciones para garantizar la refrigeración necesaria para la unidad de potencia 066/12 y los frenos, dado que a la baja velocidad media se suma el hecho de que la pista permanece en una cuenca donde la ventilación es mínima y la humedad muy alta.
Ferrari SF-24: las salidas de aire caliente son simétricas y se han aumentado para Hungaroring
Foto de: Giorgio Piola
Las rejillas de los laterales del bazooka son esta vez perfectamente simétricas, con tres branquias muy llamativas a cada lado, pero para no exagerar en la ampliación de la salida de aire al final del capó, también hay una pequeña rejilla abierta delante de la palanca de la barra de tracción, siguiendo los experimentos desarrollados en esa zona por Red Bull.
Ferrari SF-24: viga wingmolto de doble carga y pequeño respiradero en la raíz de la barra de tracción
Fotografía de: Giorgio Piola
En el Cavallino existe la ambición de volver a situar al monoplaza rojo en zonas más acordes con lo que esperan en Maranello, por muy conscientes que sean de la nivelación alcanzada por los cuatro primeros equipos en la clasificación del Mundial de Constructores: los que no han resistido el desafío de las actualizaciones ha sido la propia Scuderia. En los últimos cuatro Grandes Premios, Ferrari sólo ha sumado 50 puntos, frente a los 111 de McLaren y los 125 de Mercedes. Red Bull también está en declive, pues sólo Max Verstappen ha cosechado 90 puntos.