En Monza no reina la tranquilidad. En las últimas décadas, varios gestores se han turnado al timón del Autodromo Nazionale, gestores con diferentes enfoques y metodologías que nunca han conseguido eliminar lo que se ha convertido en una característica distintiva de los asuntos del circuito: la carrera contra el tiempo.
Ya se trate de financiación, obras de renovación, renuncias o renovaciones de contratos, el “último minuto” campa a sus anchas en Monza. En 2024 comienza la cuenta atrás para la primera parte de las obras de renovación del circuito y de la red viaria, obras que deberán estar terminadas a tiempo para acoger el Gran Premio de Italia, previsto para el próximo 1 de septiembre.
“Teníamos un plazo fijado el pasado 1 de julio”, explicó el Presidente de la ACI, Angelo Sticchi Damiani, en una reunión de la Confartigianato Motori, “y la inspección con la delegación de la Federación Internacional fue muy bien, se apreciaron los trabajos y llegaron algunas pequeñas sugerencias sobre detalles. Ahora el siguiente paso será la inspección del 1 de agosto”.
El imperativo con vistas al Gran Premio de Italia es garantizar la integridad de la pista, que ha sido completamente reasfaltada y reconstruida desde los cimientos, así como el nuevo sistema vial que separará las vías reservadas a los peatones del tráfico automovilístico.
Angelo Sticchi Damiani, Presidente de la ACI
Foto de: Lorenzo Senna
“Es probablemente la intervención más importante de todas”, subrayó Sticchi Damiani, “para nosotros era prioritario garantizar el éxodo de los espectadores con total seguridad, dado que en los últimos años este aspecto ha sido objeto de órdenes del Prefecto. Por fin hemos tenido la oportunidad de realizar este trabajo, ha sido muy complicado, mucho más de lo que esperábamos, hemos cortado la pista en cuatro puntos y, gracias a un invierno especialmente lluvioso, no ha sido fácil”.
“Seguramente la gran novedad que apreciarán los espectadores será el recorrido de entrada y salida de la pista”, reiteró el Director del Autódromo, Alfredo Scala, “a partir de este año, el público ya no tendrá que compartir la pista a pie con los coches y los vehículos de trabajo, dispondrá de un recorrido reservado”.
Sticchi Damiani ilustró cuáles serán las obras previstas tras la celebración del Gran Premio de Italia, que afectarán a la estructura principal de los boxes, a la que se aplicará una cubierta definitiva en lugar de la desmontable que la Fórmula 1 instala cada año sólo para los días del Gran Premio.
“Con el paso de los años, ha entrado en vigor una nueva normativa antisísmica”, explicó el presidente, “que implica importantes obras de refuerzo para poder soportar el aumento de carga. Se ha encontrado una solución de bajo impacto que refuerza las estructuras existentes sin interferir con el trabajo en los boxes”.
Paralela a la urgencia estaba también la de la esperada renovación del contrato de Monza con Liberty Media para garantizar una sede segura en años venideros para el Gran Premio de Italia.
“Tenemos que renovar el contrato con la Fórmula 1 en muy poco tiempo”, reiteró Sticchi Damiani. “El acuerdo actual expira dentro de poco más de un año, así que vamos con retraso. El contrato tiene que hacerse con la certeza de que algunas obras estarán terminadas en 2025 y otras en 2026. Estamos un poco ansiosos, tenemos que correr, correr para llegar a firmar este contrato teniendo todas las garantías posibles desde el punto de vista económico y de autorización”.
Liberty Media también señaló en Monza las crecientes necesidades de espacio para el Paddock Club, de ahí la petición de una cobertura permanente de la terraza de boxes, pero no sólo. “La otra obra importante”, concluyó Sticchi Damiani, “será destinar la actual sala de prensa, una superficie de casi 5.000 metros cuadrados, a la ampliación del Paddock Club. Es un elemento importante para la Fórmula 1, porque disfrutaría de un espacio muy rentable. Evidentemente, tendremos que construir una nueva sala de prensa, y hemos identificado un espacio adecuado para ello recuperando las antiguas oficinas del SIAS”.
Las nuevas tribunas aún están pendientes de autorización y aprobación. El plan es que cada estructura sea una unidad independiente, equipada con hospitalidad climatizada, instalaciones de refresco y aseos. El imperativo es suprimir por completo los aseos químicos, ofreciendo una hospitalidad acorde con los tiempos y con los precios de las entradas, que distan mucho de ser populares.